De acuerdo con el informe forense, el religioso Juan Viroche no fue asesinado. «No se hallaron signos de violencia», señaló el fiscal que investiga el caso. La pericia sostiene que el cura se anudó una soga al cuello que colgó de una viga de la parroquia y se arrojó, lo que le provocó una fractura en el cuello.
Desde la fiscalía que investiga la muerte del cura Juan Viroche creen que el religioso no fue asesinado. Es que, según el resultado de autopsia, todo indica que el episodio se trató de un suicidio.
El cuerpo de la víctima fue hallado en la zona donde se ubica el coro del templo. Allí, también encontraron una bolsa con dinero y joyas. Y por ese motivo, se descartó que Viroche haya sido víctima de un intento de robo.
El propio fiscal tucumano Diego López Ávila, quien investiga la muerte del sacerdote, había manifestado que «todo indicaría que se trató de un suicidio», ya que «no se hallaron signos de violencia» en el lugar donde fue encontrado el cadáver colgado del cura.
La noticia de la muerte de Viroche se conoció este miércoles cuando la mujer que iba a limpiar el templo encontró su cuerpo. El religioso había denunciado el avance del narcotráfico en el interior de la provincia y había recibido varias amenazas.
Su muerte generó una enorme conmoción en La Florida, localidad ubicada al este de San Miguel de Tucumán. Cientos de personas se reunieron frente a la iglesia y pidieron Justicia, ya que aseguran que se trató un crimen.