La familia de Araceli Fulles, la joven de 22 años que fue vista por última vez el 1° de abril, tomó una drástica decisión al decidir echar al abogado designado por la Justicia de oficio por uno particular y exigió el cambio de carátula.
La causa que sigue la fiscalía N° 2 de San Martín, a cargo de Graciela López Pereyra, continúa caratulada como «búsqueda de persona» pese a las denuncias de la familia sobre la posibilidad de que la joven haya sido captada por una red de trata de personas.
Los datos que fueron llegando hasta ahora fueron descartados.
El hermano de Araceli, Marcelo Fulles, denunció en un programa radial que conducen, entre otros, familiares de Luciano Arruga que «en la investigación por el paradero de su hermana, la Policía ‘llega tarde a los allanamientos y en la fuerza saben quién la tiene, la versión del camionero que dijo que la llevó a Entre Ríos es para desviar toda la investigación; no quieren encontrarla'».
La «búsqueda de personas» no contempla la desaparición forzosa. Las carátulas de «fuga de hogar» o «extravío» suponen que la desaparición es fruto de la desorientación de la persona o de su decisión de abandonar el hogar, y por lo tanto que «cuando se le pase» va a regresar con su familia.
Araceli Fulles desapareció el mismo día que Micaela García, la joven que fuera violada y asesinada en Entre Ríos, pero su caso trascendió tiempo después. En las redes sociales piden que se viralice su imagen para dar de una vez con su paradero.