Si vas al supermercado apurado y no prestas atención, las empresas alimenticias te meten una vez más la mano en el bolsillo.Con el argumento de «ocultar la inflación», te ofrecen envases que tienen hasta un 25 por ciento menos del producto, por el que te cobran lo mismo que antes. O sea: pagas lo mismo pero te llevas mucho menos.
Puede sonar absurdo pero es real: es la nueva estrategia de las empresas productoras de alimentos con la que pretenden hacernos creer que no trasladan la inflación a los precios y que se sigue pagando los mismo por igual producto.
Lo cierto es que la mayoría de las empresas ha comenzado a reducir el tamaño de los encases y por ende la cantidad del producto a la venta con el argumento de disimular la inflación. Pero el consumidor argentino ya está “ducho” en el tema de lidiar con alimenticias y supermercados.
Consultados algunos representantes de las empresas sostienen que lo hacen para no aumentar los precios, lo cual es una falacia porque aunque se pague lo mismo se lleva menos cantidad.
Reducir el tamaño de los envases es una artimaña que puede derivar en un engaño indirecto. Porque aquella persona desprevenida o apurada lleva el producto que está buscando y si no observa detenidamente la cantidad que trae el envase termina pagando el mismo precio por una cantidad menor. Una vez que se fue del local, su reclamo ya no tendrá valor alguno.
Pasa con muchos productos. Por ejemplo con los paquetes de fideos secos que históricamente venían de 500 gramos y de pronto traen sólo 400. La jugada se observa tanto en los fideos de trigo candeal o sémola como en los procesados al huevo como tallarines o spaghettis.
O con la línea de gaseosas enlatadas de Coca Cola con latas mas grandes pero que traen 310 cc. en lugar de los 345 cc que traen las tradicionales.
Ocurre también con algunas marcas de yerba mate que presentan envases de 250 gramos con el aditamento de un cierre hermético como excusa para luego cobrarte lo mismo que por el paquete de medio kilo.
Todas estrategias escudadas en la inflación con las que, en definitiva, te engañan una vez más porque aunque pagues lo mismo, terminas llevando menos que antes.