El premio Nobel es un habitual del establecimiento desde hace muchos años y ahora ha convencido a su actual pareja de los beneficios de seguir esta terapia. Ambos están acompañados por Tamara Falcó, hija de Preysler, y también decidida a perder unos kilos tras sufrir un problema de tiroides como el escritor. Preysler no desea perder peso pero sí descansar tras un año lleno de largos viajes.
Según el doctor alemán Otto Buchinger, creador de este método de adelgazamiento, el ayuno terapéutico ayuda a prevenir y curar enfermedades físicas y psíquicas. Los médicos del centro aseguran que así se garantiza: la prevención de factores de riesgo (sobrepeso, estrés, hipertensión); el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y del aparato digestivo; trastornos metabólicos y desequilibrios del sistema inmunitario.
En el centro médico no impiden salir a almorzar o cenar, pero los pacientes deben de seguir las indicaciones de su médico: nada de pan, solo verdura y pescado a la plancha y por supuesto nada de alcohol. Sin embargo, Vargas Llosa e Isabel Preysler no han sido pillados por los paparazzis que montan guardia a la espera de la ansiada foto. A primeros de mes y antes de desplazarse a Marbella, la pareja estuvo en la costa azul. Aterrizaron en un avión privado en Niza, desde donde se trasladaron en helicóptero hasta el puerto de Saint-Tropez para embarcarse en el Lady Marina, propiedad del multimillonario suizo Sergio Mantegazza, quien posee una fortuna estimada en 3.000 millones, según Forbes.