«Por primera vez en mucho tiempo en el sector», anticipó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que no se pagará el día de protesta. Criticó la oposición sindical a las low cost.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, cuestionó ayer con dureza el paro anunciado por sindicatos aeronáuticos para Aerolíneas Argentinas y Austral en el marco de un conflicto salarial y subrayó que el Gobierno «respalda» a las empresas.
Los sindicatos del sector realizan hoy una medida de fuerza que implicar la paralización del servicio por 24 horas, en rechazo de la oferta de incremento salarial que estipula una diferencia de diez puntos respecto de lo pretendido por los trabajadores del sector.
«Somos muy críticos de la actitud de algunos gremios en un contexto en el que está creciendo como nunca el tráfico aéreo, la inversión, la conectividad y la fortaleza de Aerolíneas Argentinas», apuntó Peña. Y enfatizó que «va a ser descontado el día de paro, por primera vez en mucho tiempo en ese sector».
Peña consideró además que es que es «inexplicable y quizás un caso único en el mundo» el rechazo de los gremios del sector aerocomercial al desembarco En la misma línea, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mario Dell Acqua, tildó de «absurdo y ridículo» al paro y recordó que los vuelos internacionales de la compañía ya no operan desde anoche, a raíz de la medida de fuerza. «Paran las rutas que estamos remando para competir, esto nos parte al medio», se quejó.
En total son unos 50 vuelos los cancelados, ya que la compañía tomó la decisión de suspender los despegues antes del inicio de la medida de fuerza para evitar que queden aviones varados en otras localidades o sin posibilidad de volver a su aeropuerto de origen, según explicaron ayer fuentes de Aerolíneas.
En referencia a las negociaciones, Dell Acqua señaló que al gremio «les ofrecimos un 16% de aumento, con cláusula gatillo, lo que significa que se ajustará de acuerdo con la inflación, sobre la base del 42% que le dimos el año pasado, lo que representa de bolsillo un 20%». Pero los gremios pretenden una suba salarial del 26%, muy lejos del ofrecimiento de Aerolíneas.
El presidente de la aerolínea de bandera afirmó que el perjuicio que genera esta medida de fuerza «no lo paga una empresa con su superávit, sino que lo pagan todos los argentinos porque es dinero de todos el que está en juego».
En este marco, indicó que, desde la compañía, están realizando «un esfuerzo enorme para lograr la sustentabilidad», remarcó que se ha «crecido y avanzado en ese sentido», y fue fuerte contra los titulares de los sindicatos.
Lamentó que «por el accionar de un grupo que gana $ 250 mil por mes y que, con el 20% que le ofrecemos llegará a $ 300, se genera este perjuicio que nos va a costar muchísimo revertir. Estuvieron toda la semana, tras haber decretado el paro (el jueves pasado), esperando que los llame algún funcionario para darles lo que ellos pretenden, pero el tema es que no hay más», sentenció.
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