El lugar fue clausurado. El único alimento hallado eran dos paquetes de salchichas vencidas en la heladera. Había abuelos con fracturas, desnutridos y con patologías infecciosas.
Un geriátrico de Tres Arroyos fue clausurado tras una denuncia sobre el macabro estado en el que vivían los abuelos que susbistían en el peor de los estados de deterioro.
La denuncia la radicó un familiar de una de las personas alojadas en el hogar, lo que determinó la posterior inspección del lugar, ubicado en avenida Güemes al 1350. Al arribar, personal policial se encontró con el peor de los escenarios.
Había abuelos con fracturas óseas. El único alimento hallado eran dos paquetes de salchichas vencidas en la heladera. El patio estaba lleno de pañales usados. Además, varios de los ancianos están desnutridos y con patologías infecciosas, incluso uno de ellos tenía sarna y piojos. Y en distintos sectores del inmueble no había suministro eléctrico.
Pero no termina allí: los adultos mayores comían su propio excremento, según consta en la documentación que desde la investigación se le hizo llegar al fiscal que está en la causa.
La médica policía que acudió al lugar aseguró que en su profesión jamás vio algo semejante; al tiempo que vecinos de la cuadra, y todos coincidieron en que se daban situaciones de maltrato y que los ancianos vivían en condiciones insalubres dentro del geriátrico. Aún no trascendió la identidad de los responsables del dueño del hogar, quien no le pagaba el sueldo a las empleadas que trabajaron en el lugar.
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