Pagan un interés del 19 por ciento, pero si la inflación es mayor al 15, se pagará el porcentaje de la inflación más 4 puntos. En lo que va de 2018, se emitió el equivalente a 15 mil millones de dólares.
El ministerio de Finanzas, que conduce Luis “Toto” Caputo, emitió ayer bonos por casi 60 mil millones de pesos, cifra equivalente a 3 mil millones de dólares.
Con esta colocación, la administración de Mauricio Macri suma unos 15 mil millones de dólares de nueva deuda emitida en los primeros dos meses de 2018, un monto que representa la cuarta parte de las reservas internacionales del Banco Central.
Estos nuevos bonos tendrán vencimiento en 2020 y en 2023 y ajustarán por inflación. El ministro Caputo ya había realizado a inicio de febrero una colocación similar de instrumentos con cláusula gatillo, lo cual le había permitido embolsar otros 70 mil millones de pesos.
Los bonos a 2020 sumaron nueva deuda por 30 mil millones de pesos. Estos títulos, que se denominaron Bonos de la Nación Argentina 2020, recibieron órdenes de compra por 68 mil millones de pesos, de los cuales se adjudicó menos de la mitad. El precio de corte fue de 1015 pesos por cada 1000 pesos de valor nominal. Este bono tiene incluida una cláusula gatillo. Se paga una tasa de interés del 1,6 por ciento mensual en pesos pero si la inflación es mayor respecto de lo planificado, el inversor recibirá sus pagos ajustados a la inflación más una tasa de 4 puntos porcentuales.
El especulador financiero, con este mecanismo de indexación, tendrá asegurada su inversión contra la suba de los precios en el mercado interno. El Gobierno le está garantizando un mecanismo de resguardo contra el proceso inflacionario pero le niega esta herramienta a los sindicatos. Este año hubo una orden oficial para que los gremios no incluyan en sus paritarias la firma de cláusula gatillo y únicamente hubo acuerdos de revisión, que no aseguran compensaciones posteriores.
En lo que refiere al bono con vencimiento en 2023, se recibieron órdenes de compra por 29 mil millones de pesos, de los cuales fueron adjudicados 28,3 mil millones. El precio de corte fue de 992,5 pesos por cada 1000 pesos de valor nominal. El título, que se denominó Boncer 2023, también resguarda su patrimonio contra la inflación, al ajustar por un coeficiente que sigue el movimiento de los precios (el coeficiente CER). Se le ofrece a los inversores además un extra de 4 por ciento.
De alguna manera, en el Ministerio de Finanzas se empezaron a encargar de desactivar la bomba de tiempo de las Lebac del Banco Central, al ofrecer estos títulos ajustados y reducir el stock de letras de la autoridad monetaria. En la última licitación de Lebac, por caso, el Central no consiguió renovar unos 80 mil millones de pesos. Parte de esos fondos se desviaron a inversiones alternativas entre las que figuran los bonos en pesos atados a la inflación.
Los bonos en pesos del Gobierno, que se indexan en base a la suba de los precios, comienzan a ser una buena opción para inversores que consideran que la Argentina está muy expuesta a un shock externo. La suba de la tasa de interés de Estados Unidos hizo a principios de febrero un estrago sobre el precio de los activos financieros en el mercado interno y los bonos emitidos en moneda que más caída registraron en la región fueron los argentinos.
PN