El ministro expuso varias horas ante la bicameral del Congreso que investiga la desaparición del submarino. Críticas de familiares al Ejecutivo, que ya gastó $780 millobnes en operativos de búsqueda, que incluyó a videntes.
El ministro de Defensa, Oscar Aguad, pasó varios momentos incómodos durante su comparecencia ante la comisión bicameral que investiga qué paso con el San Juan y cómo se manejaron las operaciones de búsqueda y rescate, comisión que fue creada justamente a instancias de los familiares de los 44 tripulantes que sigue desde el Congreso el tema del submarino Ara San Juan.
“El domingo se cumplieron cinco meses y seguimos sufriendo, estoy esperándolo todavía a mi hijo. ¿Por qué todavía no se logró nada?”, lanzó María Victoria Morales.
Por su parte, Daniel Polo, padre del cabo primero Daniel Alejandro Polo, sostuvo: “Estoy cansado de esta burocracia, este protocolo que usted tiene hacia nosotros”.
En medio de críticas y reclamos, los familiares exigieron apurar la contratación del AUV (un vehículo submarino no tripulado) para seguir la búsqueda.
Aguad llegó al salón Illia del Senado con el anuncio de la apertura de la contratación directa para que pueda presentarse la empresa SEA (Sistemas Electrónicos Acuáticos) del venezolano Hugo Marino, que cobrará 3,8 millones de dólares.
Según explicó el funcionario, el UAV no pertenece a Marino -lo subcontrata- y explicó un “problema técnico” no menor: ningún buque de la Armada puede albergar ese vehículo. Hay un tema de velocidad: mientras el UAV explora, el buque en superficie no puede ir a 5 nudos (como van los buques navales) porque “lo perderían”. También hay que hacerle una adaptación y cortarle el casco, con lo que el buque quedaría después “inutilizable, pero estamos dispuestos igual. Estamos buscando el barco donde se pueda subir el submarino”, dijo Aguad. Y aclaró que “no lo podemos hacer en los tiempos que ustedes querrían”.
Al ministro le reprocharon mentiras, dilaciones, falta de resultados. “Nunca mentí”, repitió. “Lo buscaron las potencias del mundo”, dijo por la ayuda internacional de EE.UU, Rusia y Gran Bretaña. Nada de lo que dijo pareció alcanzar, y hubo otros cruces con hermanas y esposas de tripulantes que le enrostraron haber dicho que “puede ser el mar la tumba definitiva” de los 44. “A pedido de los familiares subimos a videntes a los barcos que buscaban”, les recordó el ministro.
Uno de los peores pasajes para el funcionario fue cuando Malvina Vallejos, hermana de uno de los tripulantes, Celso Vallejos, malogró el intento de negar las declaraciones periodísticas que había formulado.
La mujer, al llegar su turno, reprodujo desde su celular el audio en el cual Aguad daba por muertos a los marinos. Luego de que se escuchara nítidamente la vos del ministro, remató: “No me venga a decir que no dijo eso cuando hay pruebas”.
Aguad reiteró afirmaciones de los últimos meses: que el submarino estaba en condiciones de navegar, que “nunca” se abandonó la búsqueda, que el San Juan no navegó al oeste de Malvinas como señaló un “borrador” de una Orden de Operaciones que “debió haber ido a la basura”.
El ministro también reconoció el costado esotérico de la búsqueda:“Subimos videntes a los barcos a pedido de familiares para buscar el ARA San Juan”
En otro momento, y tras más cuestionamientos de los familiares, el funcionario expresó que el ARA San Juan salió a navegar porque la información de ese momento remarcó que “el barco estaba en condiciones”. No obstante, aclaró que “la investigación la sigue la jueza y es algo en lo que no debemos interferir. Ella está tomando testimonios que nosotros no hemos hecho. Al barco se le dio la orden porque autoridades de control el alistamiento consideraron que el barco estaba en condiciones, puede demostrarse lo contrario”.
PN