La gobernadora anunció una reducción promedio del 15% en la tarifa de luz y de 6% en gas y agua. Así el gobierno busca revertir el cimbronazo que le provocó el tarifado.
El presidente Mauricio Macri pidió a provincias y municipios eliminar los impuestos a los servicios públicos, y a los usuarios reducir el consumo. Es la estrategia del Gobierno para “coparticipar” los costos del aumento de las tarifas de luz, gas y agua.
Lo hizo con un mensaje grabado desde el megayacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén, el presidente.
“La energía no es gratis, tiene un costo. Los subsidios al gas y a la electricidad los pagamos todos con más inflación y deuda”, afirmó el mandatario. “Para cubrir subsidios nos teníamos que endeudar. El otro camino era hacer un shock de ajuste, pero elegimos el gradualismo, y para eso todos tenemos que hacer un esfuerzo en ese camino que empezamos”, sostuvo.
Lo cierto es que los tarifados impactaron de lleno en la economía de los usuarios y esa transferencia de dinero fue derecho a las empresas energéticas, no a inversiones en infraestructura, ni a mejorar los servicios, sino a los bolsillos de los empresarios “amigos” que se hicieron de las prestadoras de luz y gas. Sin embargo, las abultadas facturas calaron hondo en las familias y en las pymes; en el primer caso impactó en el gasto, lo que contrajo aún más el consumo; en las pymes, aumentó exponencialmente los costos y redundó en una importante baja en las ventas por la caída de la demanda. Todo esto junto le pegó en el corazón a la imagen del gobierno que ya venía en franca caída, por esto Macri y su equipo buscaron una salida demagógica: le tiraron el fardo a las provincias para que eliminen los impuestos provinciales y así anunciar una baja en las tarifas. Eso sí, las empresas no sacrifican un centavo.
El Presidente dijo que el Gobierno está “haciendo las obras necesarias para tener más energía” y está “acompañando con la tarifa social a 1 de 4 hogares”, mientras las empresas concesionarias están “invirtiendo más de 8.000 millones de pesos cada año”.
Mientras tanto, Juan José Aranguren, encarará una negociación con las provincias para que acepten colaborar con el financiamiento de una demora en la reducción de subsidios a la energía.
Habrá incentivos para las provincias. Tendrán ayuda financiera aquellas que el Gobierno entienda que están cumpliendo con la pauta de reducción de tributos que se acordó en el consenso fiscal (sobre todo baja de Ingresos Brutos), que también implica las tasas que cobran sobre energía.
La negociación con las provincias busca repartir el costo político del último aumento de la tarifa del gas que generó un fuerte rechazo en diversos sectores. La semana pasada, tras una cumbre de socios de Cambiemos en Casa Rosada, el Gobierno decidió no dar marcha atrás con los incrementos y en cambio habilitar el pago en cuotas de las facturas del invierno durante el verano.