Una manera útil de reducir la cantidad de residuos del hogar es separar restos vegetales u orgánicos de la basura para hacer un compost casero. Acá, la guía paso a paso.
El compostaje es un proceso mediante el cual la materia orgánica se transforma para la obtención de compost, un tipo de abono natural para la tierra y suelos destinados generalmente al cultivo y la agricultura, incluso para tu propia huerta orgánica y casera.
Hecho de manera casera, representa una gran reducción de residuos, ya que lo que se utiliza principalmente para el proceso son restos vegetales u orgánicos que generamos a diario.
La cuarentena representó -y sigue siendo- una gran oportunidad para que este hábito sustentable sea realizado desde la vivienda de muchas personas confinadas por el coronavirus.
Beneficios e impactos positivos del compostaje
El compostaje es fácil de realizar, no demanda tener una “gran cantidad” de espacio y lo más importante: ¡permite reducir el 40% de los residuos!, lo que genera un impacto positivo significativo en el medio ambiente.
De manera casera, este proceso permite producir abono natural para nuestras plantas sin gastar dinero y a la vez reducir la cantidad de basura diaria que generamos en nuestros hogares.
Si este hábito sustentable se replica cada vez más, la presión, demanda y cantidad del sistema de gestión de residuos que se encuentra explotado.
Cómo hacer tu propio compost
Elementos
Vas a necesitar:
Tierra
Residuos de origen vegetal (NO animal, salvo cáscaras de huevo)
Residuos secos
Lombrices (es opcional, pero acelera el proceso de compostaje)
Recipiente: podés utilizar baldes de pintura, cajones de verdura, pallets o incluso hacer el propio compost en tu patio o jardín, cavando un agujero.
Es importante que el material del recipiente no sea fácil de corroer con la humedad. Así que no uses cajas.
En la base el recipiente debe tener orificios para permitir que se filtren los líquidos que se van a producir.
Paso a paso cómo hacer tu propio compostaje
Separar los residuos de origen vegetal, como ser restos o cáscaras de frutas o verduras, saquitos de té, mate cocido o yerba. Lo único de origen animal que se puede utilizar es cáscara de huevo. Es importante tener en cuenta que los restos o cáscara de cítricos en las composteras domésticas deben utilizarse en la menor cantidad posible, ya que en exceso tienen efectos negativos en el compost.
Colocar en el recipiente una capa de tierra.
Depositar los residuos que de origen vegetal.
Agregar material seco, como ser hojas, viruta, aserrín, papel, cartón, sobre todo si hay exceso de humedad.
Se pueden agregar lombrices. Éstas aceleran el proceso de compostaje, ya que se alimentan de las bacterias que están en los restos de los residuos orgánicos.
Agregar otra capa de tierra.
Taparlo bien para que no genere malos olores.
Dejarlo estacionar preferentemente a la sombra. De esta manera se mantendrá regulada la temperatura del compost.
Dependiendo de la época del año y si se le coloca o no lombrices, el proceso puede durar entre uno a tres meses.
A tener en cuenta: a más temperatura y lombrices, más rápido es el proceso.
En qué puedo usar el compost
Una vez listo, se puede usar como abono.
Pero, ¡hay más! Además del abono, el compost genera otro producto muy útil para las plantas: el lixiviado.
Se trata del líquido residual que se genera a partir de la descomposición de la materia orgánica y que está lleno de nutrientes. Se puede almacenar y utilizarlo al momento de regar las plantas.
Para eso es importante y necesario diluirlo en: una parte de lixiviado y diez de agua.
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