Según la causa, los hechos se produjeron entre los años 2019 y el 12 de septiembre de 2023, momentos en que la niña tenía entre 11 y 15 años de edad, cuando el imputado aprovechaba distintas situaciones para someterla sexualmente y accederla de manera carnal.
Los abusos ocurrieron en el interior de la vivienda donde convivían en esa localidad y en el gimnasio en el que daba clases de diversas disciplinas deportivas como taekwondo, kick boxing y defensa personal.
La niña logró contarle a su mamá lo que estaba viviendo en manos de su padre en el año 2023 y la mujer radicó la denuncia en la Comisaría de la Mujer y la Familia tresarroyense para que se investigue lo sucedido.
El acusado fue condenado como autor penalmente responsable de abuso sexual con acceso carnal, agravado por el vínculo y la convivencia preexistente.