SEGÚN LOS HÁBITOS QUE SE TOMEN PARA EVITAR EL DERROCHE, SE PODRÁ REDUCIR LOS COSTOS DE LAS FACTURAS DE LUZ Y GAS A VALORES QUE PUEDAN SER ALCANZABLES PARA LA ECONOMÍA FAMILIAR Y QUIZÁS HASTA ANIMARSE A INCORPORAR ENERGÍAS RENOVABLES.
El consumo responsable de la energía es una materia pendiente en la mayoría de los hogares argentinos. Su uso de manera eficiente genera una baja en los costos y un impacto positivo en el medio ambiente. Para reducir el consumo, es fundamental usar la energía cuando se la necesita y en la cantidad justa que se requiere.
Por ejemplo, en materia de electricidad, los electrodomésticos que consumen más son aquellos que generan calor como el horno eléctrico, el caloventor, las lámparas dicroicas, el termotanque eléctrico, las planchas, pero también entre los que más gastan están los aires acondicionados y aquellos que mueven motores como bombas, licuadoras, lavarropas, secarropas y multiprocesadoras. En tener en cuenta esta información está una de las claves para bajar el consumo.
Una de las actividades más habituales en una casa es el uso constante del agua caliente, que es un recurso que se usa a diario y que contribuye salud e higiene. Pero es fundamental que la energía que se utiliza al calentarla sea la justa para que el exceso no se convierta en desperdicio.
Para optimizar este recurso se pueden efectuar duchas cortas que ahorran agua caliente, que se traduce en que se gasta menos energía para calentarla y se realiza uso eficiente del agua. Se trata de duchas cortas continuas, intermitentes, donde la persona se moja el cuerpo, corta el agua cuando se enjabona, y enciende nuevamente la ducha para enjuagarse.
El mismo concepto se utiliza cuando se cierra la canilla al enjabonan los platos y también al no usar el agua caliente a cada rato, ya que para lavar un vaso no necesita agua caliente salvo que esté engrasado. Algunas fuentes aseguran que un lavado de platos con la canilla abierta continuamente consume entre 60 y 100 litros de agua, en tanto que un lavado responsable lleva entre 10 y 25 litros.
Entre los elementos para calentar agua, algunos hogares se manejan con un termotanque eléctrico, que funciona a través de resistencias. La mejor manera para que funcione con lo justo y necesario es que se gradúe la temperatura al punto óptimo y evitar que se mezcle con agua fría. También se puede instalar un temporizador para limitar los horarios del día en los que funcionaría la resistencia del termo. De esta forma estará activado sólo cuando sea necesario.
En tanto si se cuenta con un calefón a gas estos por lo general tiene un piloto, que muchas personas mantienen encendido las 24 horas, esta conducta hace que se consuma una cantidad significativa de gas cada día, que fácilmente se puede evitar. Por eso es fundamental apagar el calefón si la casa está vacía y por la noche cuando se duerme.
Otro medida importante para reducir el consumo es el manejo de iluminación del hogar. En la medida que hayan ventanas o espacios de luz, es fundamental utilizar luz natural para limitar el uso de luz artificial en las actividades cotidianas. También es importante la elección de las lámparas, ya que se puede reemplazar las de mayor consumo (Halógenas, Dicroicas) por focos más eficientes como los de bajo consumo y LED.
En la actualidad las lámparas LED pueden reemplazar a cualquier foco que se tiene en la casa, ya que vienen en todos los tamaños y formatos. Aunque es cierto que no son baratas en relación a otras opciones vale la pena ir cambiándolas de a poco, empezando por las lámparas de mayor uso y de mayor consumo de la casa, así la inversión puede amortizarse en el menor tiempo posible.
En cuanto que a la hora de calefaccionar un ambiente lo primero que se debe hacer es pensar en evitar la pérdida de calor. Por ejemplo los vidrios son muy permeables al calor y son una de las principales vías de pérdida de temperatura de los ambientes.
También hay que asegurar que todas las aberturas (puertas y ventanas) de la casa cierren bien. En caso que existan filtraciones de aire pequeñas se pueden utilizar burletes de gomaespuma en todas ellas. Es importante sellar con selladores las fisuras y otras filtraciones de aire de techos y chapas. Además de cubrir ventanas con cortinas pesadas por las noches. Como medida alternativa y económica se puede cubrir la ventana con plásticos de embalaje (el de las burbujitas) que funcionan como aislante térmico.
Hay que procurar tener un ambiente calefaccionado a una temperatura agradable (no calurosa). La temperatura ambiente ideal se encuentra entre los 17 y los 20 grados.
En el caso de la refrigeración de los ambientes, la circulación del aire es fundamental. Para eso es importante desplazar el aire caliente que puede estar en la casa y reemplazarlo con aire fresco. El aire caliente se ubica siempre en la zona más próxima al techo, por lo que las ventanas altas son fundamentales para liberarlo.
Tener árboles, plantas y enredaderas en las paredes donde pega el sol en verano ayuda a bajar la temperatura significativamente. La sombra de un árbol será siempre más fresca que la de un toldo y además contribuye a la oxigenación del ambiente y la estética. También el uso de techos verdes o simplemente el uso de plantas que den sombra en las terrazas y techos de galerías refresca sin energía el aire antes que ingrese a la casa.
Si se tiene un aire acondicionado se debe usarlos solamente cuando sea necesario y asegurarse que las ventanas están cerradas cuando estén funcionando, ya que sólo así enfriarán el ambiente de la manera más eficiente y rápida.
Entre 24 a 25 grados funcionan en su punto más eficiente de consumo energético y también se debe limpiar los filtros cada 2 meses (para no forzar el motor del aire). Además de usarlos en modo “Sleep” por la noche debido a que en esta función se aumenta la temperatura en un grado por hora (cuando se duerme baja la temperatura corporal y no es necesario que el aire funcione tan fuerte). También usar la función timer, para que después de unas horas se apague.
En tanto que en la cocina para ahorrar energía se debe limitar la utilización de los hornos eléctricos, ya que consumen muchísimo calor y electricidad. Por eso se puede balancear el empleo de aparatos eléctricos (hornito, tostadora, horno de convección, grill eléctrico) con el uso de la cocina tradicional a gas.
El consumo energético de las heladeras también puede optimizarse al mantenerla en un lugar sombreado, fresco y alejado de las fuentes de calor. De colocarla entre paredes o muebles se debe dejar siempre un espacio mínimo de 15 centímetros. También hay que mantener bien cerrada la puerta, controlar que los burletes estén en buen estado y mantener la puerta abierta durante el tiempo estrictamente necesario.
Un consejo es regular la temperatura de la heladera en las diferentes épocas del año, es decir ponerla en potencia mínima en épocas frías y aumentarla si fuera necesario en verano. Además, hay que descongelarla regularmente, ya que el sobre consumo comienza cuando la capa de hielo de los freezers y congeladores llega a un espesor de 5 milímetros. También no se debe guardar en su interior alimentos calientes, ya que estos aumentan la temperatura interior y en consecuencia el termostato activa el motor.
Otros electrodomésticos que se manejan a motor son los lavarropas, que cada vez vienen más eficientes en el uso del agua y la energía, pero que igual se puede mejorar el uso de los dos recursos. Por ejemplo si ocupamos la capacidad máxima indicada por el fabricante en lugar de usar un lavado para poca ropa. También al utilizar programas cortos y de lavado frío, que disminuye el uso de agua caliente (que es lo que gasta más energía). Usar la cantidad justa de jabón ayuda a no tener que realizar más de un enjuague.
Otra manera de ahorrar energía es desconectar muchos de los aparatos que se tienen en el hogar (TV, computadora, radio, entre otros), ya que estos quedan con pequeñas luces mientras están apagados, y eso también consume. Más si no se usan por largos períodos de tiempo debido a que también esta medida los protege de cambios de tensión.
La opción de instalar energías renovables en el hogar, que ahora es más accesible y cada vez lo será más, es otra vía para llegar a un consumo responsable. Por lo que se puede optar por termotanques solares que generan un ahorro de entre el 30 y el 70 por ciento. A raíz de esto son sumamente competitivos con los termotanques convencionales.
O los paneles solares fotovoltaicos, que pueden dar electricidad y asegurar la energía en todo momento; cada vez hay mas empresas que pueden dar correcto asesoramiento para poder conseguir un uso óptimo y adecuado para los hogares y oficinas.
A la hora de ahorrar energía toda alternativa es importante para llegar al objetivo.