«¿Se enteraron? Mataron a María Marta», dijo Nicolás Pachelo delante de dos clientes que desayunaban en una estación de servicio situada sobre la Panamericana, cerca del country Carmel. Según dos testigos que declararon en la investigación por el homicidio de María Marta García Belsunce, el autor de esa frase fue Pachelo. Cuando faltan 20 días para que se cumplan 15 años del crimen esas palabras podrían mandar a Pachelo a la cárcel por su presunta vinculación con el asesinato ocurrido el 27 de octubre 2002, en Pilar.
Esa frase de Pachelo -procesado en una causa por narcotráfico- se convirtió en una prueba en su contra porque, según dos testigos la expresó el lunes 28 de octubre de 2002 a la mañana. Cuando nadie sabía que María Marta García Belsunce había sido asesinada. En ese momento, la muerte había causado conmoción entre los vecinos de la zona porque, como sostuvo la familia, la mujer habría sufrido un accidente en la bañera. Pero nadie habló de homicidio, sino hasta dos meses después, cuando la autopsia determinó que la habían matado de cinco balazos en la cabeza.
A partir de las declaraciones de esos testigos y de otras pruebas que se incorporaron en el expediente, la fiscal María Inés Domínguez y su colega, Andrés Quintana, pidieron que Pachelo y su ex mujer, Inés Dávalos Cornejo, se presenten ante la Justicia como acusados para tomarles declaración indagatoria.
Según fuentes de la investigación, los representantes del Ministerio Público consideraron que existen elementos, como las declaraciones de los dos testigos mencionados, para fundar un estado de sospecha que indicaría que Pachelo y su ex mujer serían responsables del homicidio agravado de María Marta García Belsunce. Para los fiscales, a María Marta la mataron para lograr la impunidad de un delito anterior: el robo.
En un dictamen de no más de tres hojas, los fiscales citaron a Dávalos para el martes próximo y a Pachelo para la semana siguiente. Aunque no pidieron sus detenciones debido a que consideraron que siempre estuvieron a derecho y a que todavía faltan más pruebas.
Luego de escuchar a una serie de testigos y de revisar el expediente, ambos fiscales concluyeron que, a pesar que, hace 15 años, había elementos que apuntaban a Pachelo nunca se profundizó la investigación en su contra y, en su momento, se lo hizo declarar como testigo, cuando debía haber sido imputado.
¿Qué cambió el expediente para que en 15 años, se pasara de acusar a Carlos Carrascosa, el marido de María Marta, y que un tribunal lo condenara por el homicidio a que la Justicia lo absolviera y sospechara de Pachelo?
En enero pasado, dos fiscales que nunca intervinieron en la investigación del homicidio de María Marta, fueron asignados a analizar el expediente y tratar de establecer quién fue el asesino, teniendo en cuenta que Carrascosa había sido absuelto y que faltaban casi diez meses para que la causa penal prescribiera.
Hasta ese momento, la investigación para determinar al supuesto cómplice de Carrascosa estuvo estancada. Una de las últimas resoluciones dictadas por otro grupo de fiscales fue pedir las indagatorias de Irene Hurtig, hermana de la víctima, y del custodio del country, José Ortiz. Sin embargo esos pedidos nunca prosperaron.
En su dictamen, los nuevos fiscales dejaron sin efecto ambas imputaciones y acusaron a Pachelo y su ex mujer, quienes vivían en el country Carmel. Si bien Pachelo había sido condenado por robar a vecinos del exclusivo barrio, se despegó del homicidio de María Marta y dijo que el día del asesinato estuvo con su madre en el shopping Patio Bullrich.
No obstante, los fiscales Domínguez y Quintana, determinaron que Pachelo estuvo en el country cuando asesinaron a María Marta. La grabación de una cámara de seguridad determinó que salió a 18.59. Mientras que la actividad desarrollada con su teléfono celular indicaba que estaba cerca de Carmel.
Esta hora es clave si se tiene en cuenta que el forense que estuvo a cargo de la autopsia sostuvo que María Marta fue asesinada a las 18.30. Dicha afirmación se fundó en el estudio de las fracturas de las costillas de la víctima, que indicaban que fueron hechas postmorten, una hora después del fallecimiento, durante la maniobras de resucitación cardíaca realizadas por Juan Ramón Gauvry Gordón, el médico que llegó al lugar de la muerte, a las 19.30.
Con las nuevas pruebas analizadas por los fiscales y con la revisión de los elementos que figuraban en el expediente, los investigadores llegaron a la conclusión de que Pachelo mintió cuando sostuvo que se había ido del country a las 17.30 y que estaba en la zona en el momento del asesinato. Además, otros dos vecinos que corrían por uno de los senderos de Carmel afirmaron que se cruzaron con Pachelo.
Cuando en 2007 se hizo el juicio oral que terminó con la condena contra Carrascosa, otros dos fiscales solicitaron que los familiares de María Marta que pasaron por la casa y la mencionada Dávalos se sometieran a estudios de ADN para establecer si correspondían al perfil femenino que fue hallado junto a otros dos masculinos, en una de las paredes de la escena de la casa donde ocurrió el homicidio.
Todos los familiares de María Marta se sometieron al estudio, al igual que Pachelo y, en todos los casos dio negativo. Dávalos fue la única que se negó.
Con la absolución de Carrascosa, el homicidio de su esposa parecía quedar impune. Sin embargo, la revisión de las pruebas anteriores y la incorporación de nuevos elementos apuntarían a Pachelo, su ex mujer y a dos sospechosos que formaban parte de un grupo que se dedicaba a robar a sus vecinos del country Carmel. Quince años después, los fiscales buscan elementos para confirmar esta sospecha.
Gustavo Carabajal LA NACION