Según la causa, investigada por la UFIJ N.º 4, los hechos ocurrieron entre el 2018 y el 2020, en diferentes oportunidades cuando la menor -quien tenía entre 12 y 13 años- era sometida por el hombre a tocamientos y diversas prácticas abusivas que se producían cuando la madre de la niña se ausentaba o se encontraba trabajando. El imputado además, amenazaba a la niña para que no contara lo que sucedía.
La víctima le pudo contar a su madre lo que había vivido cuando se produjo la separación de la pareja y la mujer radicó la denuncia para que se investigue lo sucedido.
El acusado fue condenado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal, ambos agravados por ser el imputado encargado de la guarda, y por haberse cometido contra una menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia preexistente, en concurso real.