Desde la pantalla de Clarín te quieren convencer que «lo nuevo es el vintage». Adquirir ropa vieja para ahorrar unos pesos.
Asistimos a una crisis que solo puede compararse con la previa al 2001 y para ir allanando el terreno, comienzan las operaciones de prensa que, solapadamente te van indicando caminos para que procedas ante la falta de recursos.
Como la indumentaria ya es prácticamente un bien suntuoso, los amigos de la “corpo” idearon una nueva moda, “vintage”, le dicen. Pero no es otra cosa que las viejas ferias americanas. Galpones y garajes se convierten en locales de ropa donde adquirir lo que otros dejan, y al mismo tiempo una entrada extra para quienes tiene alguna prenda que ya no usan y necesiten recaudar unos morlacos.
Como viene la mano, en cualquier momento comienzan a hablarte del club del trueque como “la nueva tendencia”.
Esto es el macrismo, así funciona la derecha y los medios que amigos, o quizá los verdaderos dueños del poder, te hacen creer que no tener un peso para vestirte, también puede ser una forma de ponerte en “onda”.