La hija mayor de Lázaro Báez estuvo cara a cara con el juez Bonadio. Habló de la relación de su padre con los Kirchner.
El juez federal Claudio Bonadio tuvo hoy la posibilidad de hacerle preguntas a otro de los imputados en el caso Los Sauces. Se trata de Luciana Báez, hija mayor de Lázaro Báez y hermana de Martín y Leandro, otros acusados que ayer estuvieron en el banquillo de los acusados.
Al ingresar al edificio ubicado en Comodoro Py junto a su abogado Julián Schettini, Luciana Báez confirmó que iba a hablar. Y así lo hizo.
Luciana Báez ratificó los dichos de su hermano Leandro. quien dio detalles sobre la relación que mantenía su familia con los Kirchner. Esa jugada fue interpretada como una ruptura en el pacto de silencio que se mantuvo hasta ahora.
Martín Báez, el joven que aparece en los videos de La Rosadita, fue más conservador. Como suelen hacer los imputados en este tipo de investigaciones, presentó un escrito en donde deslindó responsabilidades y culpó de todos los movimientos a su papá.
Los Sauces S.A. es una inmobiliaria de la familia de la ex presidente Cristina Kirchner que tiene algunos antecedentes que llamaron la atención de la denunciante, la diputada Margarita Stolbizer, y del fiscal que interviene en el expediente, Carlos Rívolo. Por ejemplo, en su historial registra sólo dos empleados -uno de ellos es el jardinero de CFK-, no cuenta con una oficina o sede de operaciones y en sus balances no se registraron movimientos financieros entre 2006 y 2009, cuando se realizó una inversión de $9.625.000.
Si bien la causa se inició por una presunta falsificación de documentos, el expediente tomó un rumbo propio y ahora el juez Bonadio investiga la comisión de delitos más graves como lo son el «cohecho» (pago de coimas) y el lavado de activos.
La pericia contable arrojó que Los Sauces tuvo sólo dos inquilinos privilegiados: los empresarios Lázaro Báez (86% de la facturación) y Cristóbal López. Ante la ausencia en la mayoría de las transacciones de documentación respaldatoria, una de las hipótesis de la investigación es que los empresarios giraban dinero a los Kirchner a través de pagos por alquileres, como una suerte de devolución de favores a partir de negocios realizados con las obras públicas que el anterior gobierno les adjudicaban.
Infobae