La cuenta de Snapchat del Presidente revela cada semana la intimidad de los encuentros del gabinete.
Cada vez que un ministro llega a las reuniones de gabinete, Mauricio Macri debe acercarse al asistente que toma lista y dar presente. Luego, antes de entrar, tiene que dejar el celular en la puerta: cultor de la eficiencia, el Presidente quiere reuniones breves y sin distracciones.
Para pasar la espera, los funcionarios tienen una barra de desayuno que incluye termos de café, ensaladas de fruta y masas finas. Algunos, como Esteban Bullrich o Fernando de Andreis, optan por llevarse sus propios termos de mate.
El equipo de comunicación macrista está convencido de que su fuerte apuesta por las redes sociales fue uno de los principales factores que los llevó al triunfo electoral. Por eso, hace algunos meses redobló la apuesta y se sumó a Snapchat, una aplicación exclusiva para celulares que es popular sobre todo entre los menores de 25 años.
La cuenta del Presidente en esa red social permite un vistazo a la intimidad del día a día del mandatario. Las imágenes suelen mostrar un detrás de escena de difícil acceso hasta para los periodistas acreditados en la Casa Rosada.
Esta mañana, por ejemplo, subieron las imágenes de la reunión de gabinete del gobierno nacional. En cada ocasión, uno o más ministros graban un mensaje exclusivo para la red social. Esta vez, el elegido fue el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, quien tomó el celular en sus manos y habló a la cámara mientras caminaba por los pasillos de Casa Rosada.
El uso que Macri hace de la red social ya fue objeto de críticas en las últimas semanas. Cuando Barack Obama estuvo en el país, la cuenta de Snapchat pudo grabar escenas y encuentros a los que ningún periodista tuvo acceso. A raíz de la polémica, el equipo de comunicación presidencial debió salir a aclarar que no se trata de una cuenta de la Casa Rosada, sino de una cuenta personal del Presidente que no se rige según los parámetros de la comunicación oficial.
Infobae