La Federación Naturista Internacional promueve «una forma de vivir en armonía con la naturaleza, caracterizada por la práctica del desnudo en común». El movimiento que avanza en varias partes del mundo ya derivó en la creación de restaurantes para comensales sin ropas en Tokio y Londres. Ahora, acaba de abrir uno en París, donde los clientes cenan «completamente desnudos, en pantuflas». El de Tokio generó mucha controversia por su disposición de prohibir la entrada a personas con sobrepeso o mayores de 60 años. Por la polémica, tuvo que revertir esa directiva, pero aún se reserva el derecho a rechazar a aquellos clientes que, según considera, no cumplen con sus estándares de belleza. Tampoco pueden entrar personas con tatuajes, a las que asocian con mafias en Japón.
Una aclaración: los camareros, cocineros y el resto del personal del restaurante sí están vestidos. Por otro lado, para garantizar la higiene, las sillas están cubiertas con un forro «desechable», que se cambia con cada comensal, explica ANSA. Y hay cortinas que garantizan la privacidad de cada mesa.
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