Más ajuste para pagar deuda que sólo sirve para fomentar la salida de dinero del país. En ese contexto la dirección del organismo le da un golpe de gracia a la producción cinematográfica argentina. Argumenta que el presupuesto para el año próximo no contempla esa posibilidad pero lo cierto es que forma parte del brutal recorte presupuestario que el macrismo ejecuta en todas las áreas del estado
El ajuste en la cultura argentina avanza a paso firme. El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) anunció que “hasta el ejercicio presupuestario correspondiente a 2019” no habrá fondos para responder a los pedidos de créditos a la producción cinematográfica.
La resolución 1565e/2017 indica que la partida para este “ejercicio presupuestario” ya se gastó y que para el año 2018 “se encuentran igualmente comprometida la totalidad de los fondos destinados al otorgamiento de créditos, dada la gran cantidad de solicitudes recibidas en este ejercicio, así como los proyectos que aún se encuentran en ejecución pese a haber iniciado en ejercicios presupuestarios anteriores”.
La dirección del organismo resolvió además poner en marcha “un régimen especial de asignación de subsidios extraordinarios para las películas nacionales de largometraje de ficción o animación que tuvieran crédito en tramite sin ejecución y una convocatoria especial de asignación de anticipo de subsidio para producción de películas con solicitud de crédito en trámite”.
Con este anuncio se ratifica el ajuste en el Instituto que durante 2017 fue protagonista de un golpe institucional ejecutado desde el Ministerio de Cultura a cargo del cuestionado Pablo Avelluto que derivó en el virulento descabezamiento de su presidencia, a cargo hasta ese momento de Alejandro Cacetta, así como de la renuncia forzada del director de la Enerc (la escuela de cine del INCAA), Pablo Rovito.