Elegir la primera moto no es sencillo, las motos tienen un elemento pasional que nos hace pensar más con el corazón que con la cabeza y esto puede llevarnos a error, lo que nos pondrá en apuros. Piensa si será para el día a día o solo la usarás los fines de semana para divertirte, solo o en compañía.
Para uso diario la elección más práctica es un scooter, son económicos y con buena capacidad de transporte. Si haces trayectos de carretera hasta el trabajo, será preferible una moto de cilindrada media que te permita anticiparte al tráfico. Si es sólo para divertirte, una moto más grande y potente para viajar con comodidad o una trail que además podrás usar en pistas de tierra. O si te gusta embarrarte, una moto de campo te dará muchas satisfacciones.
Como principiante debes escoger una moto ligera, con la que llegues con los dos pies al suelo y con potencia limitada. Tal vez no interese comprarla nueva, busca en el mercado de segunda mano. Antes de enfrentarte al tráfico, práctica en algún lugar apartado. Lee el manual, ajusta los mandos a tu gusto y revísala frecuentemente.
Muy importante es ir bien equipado, no escatimes en calidad, tu confort y seguridad están en juego. Casco integral, guantes, chaqueta con protecciones y botas son imprescindibles. Siempre hay que vestirse como si te fueras a caer y luego tener cuidado en no hacerlo.