Carlos Zavalla negó que las baterías de la embarcación pudieran haber generado la explosión. Las dudas de la diputada y la tensión con el periodista.
El primer comandante que tuvo el submarino ARA «San Juan», Carlos Zavalla, se cruzó anoche con la diputada nacional Elisa Carrió y el periodista Eduardo Feinmann acerca del estado de la embarcación que desapareció hace diez diez en el Atlántico Sur y de cuyos 44 tripulantes no se tienen noticias aunque tras confirmarse una explosión, desde el Gobierno ya dejaron trascender que están fallecidos.
«La batería (de un submarino) no es como la del auto que se acaba y ¡pum! Se controla, tiene elementos pilotos. Tiene 160 elementos y pesa 600 kilos aproximadamente cada uno. Se la controla», explicó el marino retirado en la mesa de Mirtha Legrand.
«¿Qué sabe Usted que hicieron en la reparación de media vida del submarino», preguntó el periodista de América 24.
«Por razones presupuestarias, en lugar de cambiar la batería a los cinco años siempre se estira. No es que muere de un día para otro», explicó Zavalla.
Feinmann interrumpió: «Los que mueren son los 44 (tripulantes) Cuando se estira pasan este tipo de cosas», indicó.
«No pasan estas cosas», lo cruzó el ex comandante del ARA «San Juan». «No, Feinmann. He navegado y no pasan este tipo de cosas», lo cortó secamente.
La conductora Mirtha Legrand quiso interceder: «La explosión existió».
«Sí», admitió Zavalla.
«¿Porque entró agua en la batería?», quiso indagar Feinmann.
-«No se sabe», respondió el marino. «Si quiere le explico cómo opera. Pero no escucha», disparó.
-«Yo le puedo asegurar que escucho muy bien», devolvió el periodista. «Entre el problema de la batería y la nada misma, algo pasó. Si algo pasó, es que el problema era la batería», dedujo Feinmann.
-«Hay registros de todo, por lo cual se va a saber. Conozco a la gente que estaba ahí. Viví la construcción del ‘San Juan’ en Alemania, con que seriedad se trataba esto. El tema de la batería fue perfectamente realizado», volvió a afirmar Zavalla.
Entonces lo cruzó Carrió: «No le creo señor capitán. Respetándolo mucho, por los antecedentes que vi tengo el derecho, como diputada nacional y como ciudadana, de no creerle. Ojalá tenga usted razón, vamos a hacer todas las investigaciones».
Zavalla no se quedó atrás: «-La señora no me cree. Yo le digo que cuando hice el escudo del ‘San Juan’ puse la cabeza de un indio huarpe porque esos industriosos aborígenes abominaban de la doblez y la mentira y eran de una moral superior», cerró el marino retirado.GACETA MERCANTIL