Lejos de las expectativas del gobierno, que hablaba de 20 mil millones de dólares, los técnicos argentinos negocian contrarreloj con el Organismo Multilateral.
Los negociadores argentinos que se encuentran en Washington apuran la letra chica del nuevo convenio con el Fondo Monetario Internacional mientras el presidente Mauricio Macri mantiene una apretada agenda en Nueva York. El nuevo acuerdo incluye el adelanto de todos los fondos del acuerdo inicial, pero suma una extensión adicional de u$s 5.000 millones. “Ese es el tope que el FMI considera que puede otorgar por encima para una ampliación”, explicaron fuentes cercanas a las conversaciones.
Desde el gobierno habían deslizado que el monto total del acuerdo con el Fondo podría estar más cercano a u$s 70 mil millones. Es decir, los u$s 50 mil millones más los u$s 20 mil millones adicionales. Ese fue el acuerdo original que se había dejado trascender desde el inicio desde el Gobierno y que luego fue relativizado.
El Gobierno ya recibió del Fondo un anticipo de u$s 15.000 millones, de los cuales la mitad fueron utilizados por Hacienda para cubrir gastos y la otra mitad estuvieron en manos del Banco Central que los dispuso mediante subastas y ventas directas para tratar de contener el dólar.
El fin de semana hubo negociaciones contra reloj entre los funcionarios nacionales y los técnicos del FMI para concretar al acuerdo y llegar a una definición sobre el manejo de tipo de cambio, sostiene Ámbito Financiero. Más allá de lo que ya trascendió sobre este adicional, se esperaba que el anunció pueda hacerse antes de que Macri deje Nueva York. Los futuros desembolsos cubrirían necesidades financieras hasta el año 2021.
Mientras en Buenos Aires se conocía la ampliación del acuerdo, Macri se entrevistó con medios económicos en Nueva York -con Financial Times y Bloomberg- donde aseguró que no hay posibilidades de que la Argentina vuelva a caer en default y dijo que la economía sufrirá “entre cuatro y cinco meses de recesión” antes de recuperarse.
PN