Pasas horas en el gimnasio, tu porcentaje de grasa es el ideal para marcar tu cuerpo, sin embargo no has comenzado a ver resultados desde hace meses. Seguramente lo que ha estado saboteando tu objetivo es el ibuprofeno.
Una nueva investigación realizada en Suecia determinó que consumir este tipo de analgésicos puede estar influyendo en alentar el crecimiento muscular que se obtiene del trabajo de levantamiento de pesas, este medicamento interfiere en la cicatrización de los músculos, por lo que dificulta que estos se desarrollen satisfactoriamente tras un workout.
Las investigadores pusieron a prueba a dos grupos de personas durante ocho semanas, uno de ellos tomó una alta dosis de ibuprofeno, mientras que a los otros una baja dosis de aspirina. Tras medir crecimiento muscular, fuerza y marcadores antinflamatorios, se descubrió que quienes consumieron la aspirina aumentaron sus músculos al doble en comparación con el otro grupo.
Estos investigadores no solo culpan a este medicamento, sugieren que hay otros factores que afectan, por lo que continúan estudiándolos, pero recomiendan que quienes consuman ibuprofeno (uno de los medicamentos más empleado a nivel mundial) deben bajar las altas dosis, pues regularmente, posterior a cualquier entrenamiento, es lo primero que se consume para minimizar el dolor.
Emma Sibaja // para GQ