El entorno y la militancia de la líder de Unión por la Patria (UxP), Cristina Kirchner, prepara una movilización para la semana que viene frente a los Tribunales de Comodoro Py ante el inminente revés judicial que sufrirá la ex presidenta en la causa Vialidad.
Es que, el miércoles 13 de noviembre, se prevé que la Cámara Federal de Casación Penal de a conocer la sentencia en la causa Vialidad por la que la ex presidenta fue condenada, en diciembre del 2022, a 6 años de prisión junto con la inhabilitación perpetua para el ejercicio de la función pública por administración fraudulenta en el manejo de la obra pública.
En ese sentido, en los próximos días, la ex presidenta volverá a insistir con la figura del lawfare, expresión que se suele acuñar para señalar que el Poder Judicial de un país es utilizado como un actor partidario para desprestigiar la carrera política de un opositor, con el argumento de que la Justicia argentina busca proscribirla.
En ese marco, el seno del kirchnerismo última por estas horas los preparativos de una serie de acciones que prevén ejecutar el miércoles próximo, con epicentro en los tribunales federales de Comodoro Py pero con algunas réplicas en otros puntos del interior y del Conurbano bonaerense.
En concreto, según aseguraron desde el entorno de Cristina Kirchner, la militancia montará en las puertas de Comodoro Py una “clase pública”, principalmente a cargo de Juan Martín Mena, uno de los colaboradores judiciales de la ex mandataria y delegados de la administración bonaerense de Axel Kicillof, al frente del Ministerio de Justicia provincial. También estará el dirigente social y abogado Juan Grabois.
No obstante, la puesta en escena contará con una particularidad. Según confiaron fuentes del kirchnerismo duro, viajarán especialmente para la ocasión colaboradores del presidente de Brasil, Lula da Silva, que asesoraron al líder del PT frente a la andanada de investigaciones judiciales, plagadas de irregularidades, en la causa Lava Jato, que terminó con el mandatario en prisión por 580 días, imposibilitandole participar de las elecciones presidenciales de 2018.
De esa manera, la militancia de Cristina Kirchner buscará retomar el tono épico y con contexto regional a la resolución que la sala IV de la Cámara de Casación prevé oficializar a mediados de la semana próxima. El intento buscará que parte de la ciudadanía que empatiza con la ex presidenta se movilice y respalde el reclamo.
En ese escenario, en más de una conversación privada, Cristina Kirchner aludió, en ese sentido, a Lula da Silva, ya que comparó la derrota de Fernando Haddad, por entonces candidato presidencial de la centro izquierda brasilera frente a Bolsonaro, con el revés del por entonces ministro de Economía, Sergio Massa del año en manos de Javier Milei.
“Si Lula después volvió y ganó, ¿por qué ella no?”, se entusiasmó hace algunos meses un dirigente kirchnerista que escuchó a la expresidenta Cristina Kirchner en la intimidad. Además, la centralidad que viene recobrando en el tablero político como la líder natural de la oposición alimenta todo tipo de especulaciones sobre el futuro electoral de la ahora presidenta del Partido Justicialista (PJ) nacional.
Cristina Kirchner y la figura del lawfare
En su análisis político y personal, la ex presidenta alude una y otra vez a la tesis del lawfare a la que apeló después de que el fiscal Diego Luciani pidiera seis años de prisión y su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en el marco de la causa Vialidad.
En ese contexto, en los tribunales y despachos políticos corren las versiones en torno al rol que podría encarar la ex jefa de Estado en las elecciones de medio término, las primeras de la era libertaria. Es que, por su decisión de presentarse y quedarse con la presidencia del PJ nacional, una definición inédita, según su historia política, ya que siempre renegó de la formalidad del peronismo, se especula con una posible candidatura en 2025.
En ese sentido, la eventual resolución de la Cámara de Casación en torno a la inhabilitación perpetua para el ejercicio de la función pública abre un abanico de conjeturas de cara al futuro político y electoral de la ex mandataria.
De confirmarse la información judicial la semana próxima, los abogados de Cristina Kirchner presentarán un recurso extraordinario ante la cámara, que puede conceder y habilitar esa vía o bien rechazarlo y dar pie a la defensa de la ex jefa de Estado para que recurra en queja a la Corte Suprema, sin plazo de resolución.
En ese plano, la biblioteca jurídica entra en un terreno pantanoso: por la discusión en torno a si la resolución de la Cámara queda firme o no, y por el debate acerca de si esa decisión del máximo tribunal penal está en condiciones o no de ser ejecutada.
En ese contexto, hay un acalorado debate en los tribunales y una serie de hipótesis en relación a la negociación que se abrió en estos meses entre la Casa Rosada y el kirchnerismo por los pliegos judiciales de los candidatos al máximo tribunal. En particular, el de Ariel Lijo. En los pasillos de tribunales se rumorea de que podría haber novedades antes de fin de año, ya que es una tratativa que la ex jefa de Estado sigue, y monitorea, con particular atención.
En simultáneo a la Justicia, Cristina Kirchner decidió en los últimos meses nutrir su figura como líder de la oposición, tras su postulación como jefa del PJ nacional frente a una resistencia que estas dos semanas terminó por quebrarse por parte del gobernador riojano Ricardo Quintela, que intentó pelearle a la ex mandataria la presidencia del peronismo sin mayores herramientas ni apoyos partidarios.
La decisión de Cristina Kirchner desnudó además una disputa que exhibe la crisis en el peronismo con epicentro en la provincia de Buenos Aires: la interna con Kicillof, un dirigente que creció políticamente bajo el paraguas de la figura de la ex vicepresidenta y que quedó enfrentado en estos meses por la puja en el peronismo.
Lo que sucede es que, el Gobernador bonaerense recién se pronunció en favor de Cristina Kirchner una vez que la Junta electoral del partido resolvió proclamar a la lista encabezada por la ex mandataria como la jefa del PJ nacional, tras desafectar la del riojano por falta de avales.
A la complejidad del escenario se suma que, en las últimas encuestas, Cristina Kirchner empezó a aparecer como una rival cada vez más nítida del Gobierno, en tiempos de polarizaciones cada vez más extremas.
Por caso, un sector del peronismo bonaerense encargó un estudio entre afiliados del PJ, unos mil, del Conurbano bonaerense, así como de Córdoba y Santiago del Estero, donde se preguntó por la figura más representativa en la jefatura del peronismo. En el mismo, se impuso cómodamente Cristina Kirchner.