La sangría de panaderías que bajan su persiana aumenta al mismo ritmo que el precio de la harina. Argentina está imposible para las familias de menores recursos. Comer es un desafío.
El precio del pan, un alimento tan básico como necesario, sobrepasó los 100 pesos y preocupa cada vez más tanto a panaderos como a consumidores. Si bien en algunas zonas su precio oscila entre 70 y 90 pesos, en ciudades cabeceras el costo sobrepasó la barrera de los 100 pesos, llegando a alcanzar un máximo de 110.
Esto se da en un contexto altamente negativo, ya que desde algunos sectores hablan del cierre de unas mil panaderías en todo el país desde 2015. Según denunció el presidente del Centro de Industriales Panaderos de Buenos Aires, José Álvarez, en declaraciones exclusivas a Diario Popular, «no hay controles» en torno a un mercado que se encuentra «liberado».
El preocupante panorama se debe a varios motivos: uno de ellos es el alto costo de los servicios como la luz y el gas, aunque la noticia más reciente -y que impactó en el valor del pan en las últimas horas- consiste en que la bolsa de harina subió un 10%.
En este contexto, la delicada situación conllevó a que, además, 140 panaderías de la Ciudad de Buenos Aires cerraran sus persianas en lo que va del 2019.
Por este motivo, desde el Centro de Industriales Panaderos de Buenos Aires expresaron a través de un comunicado oficial su «preocupación ante la suba del precio de la harina, principal materia prima en nuestra industria».
«Hoy aumentó un 10% la harina y en los lugares de reventa hasta un 25%. Necesitamos ya controles a toda la cadena, desde el trigo a la panadería, como así también la baja de tarifas de gas para la industria, ya que se avecina el invierno», indicaron en el documento.