La llegada de Cristina produciría una ruptura; ocho provincias eligen sus representantes.
Con todas las miradas puestas en la puja entre la Casa Rosada y la ex presidenta Cristina Kirchner en suelo bonaerense, ocho provincias se disponen a elegir hoy sus representantes por los próximos seis años en el Senado, en una elección que podría cambiar de manera radical el escenario político de la Cámara alta.
Es que estos comicios podrían marcar el fin de la hegemonía y el quórum propio que el peronismo viene manteniendo en la cámara desde 2001, cuando sus integrantes comenzaron a elegirse por voto directo.
Como contrapartida, el oficialismo se entusiasma con la posibilidad cierta de mejorar de manera sensible su escasa representación en el Senado.
Las proyecciones anticipan una fuerte caída para el PJ, que pondrá en juego los escaños obtenidos en la elección del 2011, cuando el kirchnerismo arrasó en todo el país. Su tropa, que en la actualidad alcanza los 41 senadores, podría caer a 29 bancas.
Por su parte, Cambiemos saldrá fortalecido de este turno electoral. En el mejor de los escenarios posibles, podría elevar su representación de 15 a 25 senadores (24 propios más el santafecino Carlos Reutemann).
Sin embargo, el escenario podría mejorar aún más para la Casa Rosada si se toma en cuenta que el futuro del PJ en el Senado estará marcado por el desarrollo de la puja interna que vive el partido desde la derrota electoral de 2015 entre el kirchnerismo y los sectores que pretenden dejar en el pasado la conducción de Cristina Kirchner.
Por eso, la amenaza latente de una fractura en el peronismo, que podría dejar al oficialismo como primera minoría en el Senado, se suma al entusiasmo con el que la Casa Rosada esperará los resultados de hoy.
En este turno electoral se renovarán 24 escaños correspondientes a las provincias de Buenos Aires, Jujuy, Formosa, Misiones, Santa Cruz, La Rioja, San Luis y San Juan.
En las primarias del 13 de agosto, las diferentes vertientes peronistas se impusieron en Buenos Aires, San Juan, La Rioja y Formosa.
El oficialismo, en tanto, se alzó con resonantes triunfos en San Luis, Santa Cruz y Jujuy, provincias en las que tradicionalmente ganaba el PJ. Sin embargo, Cambiemos también se quedaría con los escaños por la minoría en otras cuatro provincias.
El distrito restante, Misiones, fue para el Frente Renovador de la Concordia, que gobierna la provincia y viene tomando distancia del kirchnerismo desde la derrota de 2015, cuando el PJ quedó condenado al campo opositor.
Sin embargo, Cambiemos apuesta a revertir el resultado en la provincia de Buenos Aires y asestar, así, un golpe que tendrá un efecto político mucho más impactante que la de arrebatarle en la Cámara alta una banca más al peronismo.
Una victoria en suelo bonaerense podrá poner en jaque la pretensión de Cristina Kirchner de convertirse en la principal referente de la oposición al gobierno de Mauricio Macri. Sería un apetitoso bonus track que se sumaría al triunfo a nivel nacional que, todo indica, podrá exhibir el Gobierno al término de la jornada electoral, en medio de la tensión generada por el desenlace del caso Maldonado.
Una eventual derrota de la ex presidenta tendrá repercusión hacia el interior del peronismo, donde un sector liderado por el jefe de la bancada de senadores del PJ, Miguel Pichetto (Río Negro), viene pujando por dejar en el pasado la apabullante presencia de Cristina Kirchner, a la que ven como un impedimento de la renovación que, consideran, necesita el partido si quiere convertirse en una alternativa de poder para las próximas elecciones presidenciales de 2019.
Por lo pronto, este recambio dejará al kirchnerismo en una situación de mayor debilidad. En diciembre dejarán sus bancas 11 senadores que responden a la ex presidenta y los pronósticos anticipan que sólo podrá renovar, en el mejor de los casos, tres de esos escaños.
Los senadores electos hoy asumirán sus bancas el próximo 10 de diciembre.
La Nacion