Declaró ante Casanello durante la madrugada, por su protección; dijo que la adquisición de Finansur no se concretó y que blanqueó US$ 77 millones para Báez.
De madrugada, y en medio de un operativo de seguridad para protegerlo, Leonardo Fariña , el valijero procesado por lavar dinero de Lázaro Báez , declaró ante la Justicia que antes de 2011 negoció la compra del Banco Finansur para sacar plata del empresario, pero que la operación no se concretó porque era muy cara. Calculó que blanqueó US$ 77 millones para Báez por lo cual cobró de honorarios unos US$ 5 millones, dijeron a LA NACION fuentes al tanto de la declaración.
Paradójicamente, el banco Finansur hoy es de Cristóbal López , el otro empresario beneficiado durante el kirchnerismo con licencias de juego y negocios petroleros, procesado por la Justicia junto con Cristina Kirchner por lavado.
Fariña llegó a Comodoro Py pasadas las 19, con sus custodios del Programa de Protección de Testigos e Imputados del Ministerio de Justicia. De allí fue al juzgado federal de Sebastián Casanello, donde declaró toda la noche hasta las cinco de la mañana de ayer.
El juez, por indicación de la Cámara Federal, está indagando a todos los imputados nuevamente, de modo de acusarlos de que lavaron dinero proveniente de la obra pública. Ya declararon los hijos de Báez y Federico Elaskar, y Báez es el último. Lo hará el 6 de junio.
Fariña contó al juez sobre las operaciones que realizó para el empresario y terminó complicándolo aún mas. Involucró, además, en las maniobras de transferencias de fondos al exterior a Santiago Carradori, un hombre de las finanzas, citado a indagatoria por Casanello para el 19 de junio.
Fariña dijo que la financiera SGI, que era de Elaskar, tenía poca capacidad para transferir fondos al exterior, por lo que se servían de otras compañías financieras y de otros operadores con cuentas en esas financieras, para transferir esos fondos. De hecho, para comprar el campo El Entrevero, en Uruguay, por US$ 14 millones se recurrieron a estos servicios de intermediarios. Dijo que el dinero iba en efectivo en una camioneta blindada con custodios y que era dejado en la financiera, desde donde se transfería.
ostuvo Fariña que como tenían un gran negocio de descuento de cheques el plan contemplaba la compra de una financiera, de una cooperativa (se trataría de Crédito Solidario Cooperativa Limitada de Vivienda y Consumo) y un banco. Se iniciaron negociaciones, dijo, con el banco Finansur, pero no arribaron a buen puerto porque les pedían mucha plata.
La cooperativa que mencionó Fariña había sido denunciada por lavado de dinero, con relación a una petrolera de Báez, por la diputada Elisa Carrió.
Fariña abundó en detalles sobre las operaciones financieras que realizó para Báez, la manera en que él cobrara honorarios por ellas y los negocios que hacían con el resto de los acusados. Dijo que la plata salía siempre de un solo lugar: Lázaro Báez.
Por ejemplo, contó que utilizó al empresario Carlos Molinari para blanquear dinero y que todos los vinculados con el negocio, entre los que mencionó a Elaskar y a Carradori, se quedaron con algo de plata del empresario.
Relató que entre noviembre de 2010 y marzo de 2011 sacó del país unos US$ 25 millones y que estimaba que en total lavó unos US$ 77 millones. Hasta ahora la acusación era por unos US$ 60 millones. Dijo que se sacaba el dinero en pequeñas cantidades y de apoco para no alertar a los organismos de control .
Aseguró, además, que sus honorarios eran del 5% por cada dólar que movía lo que estima que percibió unos US$ 4 millones. Su objetivo era blanquear la plata que provenía de maniobras ilícitas o colocar en el circuito bancario extranjero plata en efectivo.
Con respecto al capítulo que vincula la fortuna de Lázaro Báez con cuentas radicadas en bancos suizos, dijo que él no intervino en esa época. Sostuvo que eventualmente esos eran contactos de Carradori que tenía relación con los bancos PKB, UBS y Credit Suisse.
Leonardo Fariña
Valijero arrepentido
Dijo ante el juez Casanello que lavó US$ 77 millones para Lázaro Báez . Hasta ahora la acusación era por US$ 60 millones
Calculó que cobró US$ 4 millones de honorarios por estas tareas de blanqueo
Reveló que como la financiera SGI, conocida como La Rosadita, no tenía tanta capacidad para transferir dinero al exterior y tenían un gran negocio de descuento de cheques, negociaron la compra del Banco Finansur, pero que la operación se frustró. Adquirieron, así, una cooperativa de consumo
Dijo que toda la plata que sacaron eran de Báez.
Hernán Cappiello
La Nacion