Las carnicerías trasladarían la suba de salarios a los precios, pero advierten que sería un golpe al consumo.
Los representantes de las carnicerías se sentarán hoy a negociar las paritarias con el Ministerio de Trabajo, y una actualización de los salarios del sector podría impactar en los precios al consumidor.
La Asociación de Propietarios de Carnicerías de Capital Federal no descartó que el precio de la carne registre una suba de 5% por la nueva paritaria que se firmará en el sector, aunque reconoció que «no es el momento» para aplicarlo porque «la gente no podría consumir más».
Y si finalmente se convalida el nuevo cuadro tarifario de luz y gas -que ahora está frenado a nivel nacional-, también habría un impacto en los precios finales. «Puede suceder», respondió el vicepresidente de la Asociación, Alberto Williams, en diálogo con Radio 10.
El sector prevé un aumento del 20% en los salarios retroactivo a julio, luego de un aumento de 20% que se había otorgado en marzo. Este número que piden los carniceros busca equiparar el acuerdo de los frigoríficos exportadores.
Un consumo que cae
«Tendremos que trasladar este aumento de los costos al precio final de la carne, que se incrementaría entre un 5 y 6% como mínimo en el mostrador», dijo Daniel Urcia, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), según consignó la agencia DyN.
Sin embargo, Williams adelantó que una suba de los precios podría impactar en el nivel de consumo. «La gente no saca los autos de las cocheras, no carga nafta, las estaciones de servicio están vacías, saltan las tarifas», enumeró. Y agregó: «No creo que sea el momento oportuno para aumentar los precios porque no hay una gran demanda por parte de los consumidores».
Con todo, el consumo per cápita de carne vacuna ha caído en los últimos 10 años, mientras que el pollo y el cerdo han ganado terreno por su menor precio. Mientras que el promedio se ubicaba en 65 kilos por habitante en 2006, hoy el consumo de carne vacuna por argentino es de 55 kilos.
Según el Indice de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el kilo de asado mantuvo su valor en torno a $108, mientras que la nalga pasó de 120 a 133 pesos entre enero y julio, una suba de casi un 11% en lo que va del año. El lomo -un corte premium- escaló desde los $154 en enero a los $163 en julio, según el organismo que realiza un relevamiento entre 200 carnicerías y supermercados de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires (GBA).