La conductora hizo autocrítica tras la emisión con Natacha Jaitt y dijo que no echó a la invitada porque siempre defendió la libertad de expresión. También habló por teléfono con Gustavo Vera, acusado por la mediática.
«Vengo a hablar con el corazón”, comenzó diciendo Mirtha Legrand en su programa de anoche en El Trece. En lugar de mostrar su vestuario, la conductora fue directo al tema que estalló el fin de semana pasado con el paso de Natacha Jaitt por la mesa de Mirtha debido a sus acusaciones sin fundamento de pedofilia a diversos personas públicas.
Legrand a continuación leyó un texto escrito en el que pidió “disculpas a los difamados” y señaló que se preguntó si debía haberle pedido a Jaitt que se retirara. Pero concluyó que no porque eso hubiera sido coartar la libertad de prensa. El texto decía que la polémica no debía “hacer perder el foco” de la investigación de abuso de niños en la Justicia.
Hizo un paréntesis del texto y sin leer dijo que pasó unos días “espantosos”. Y agregó: “Fui muy criticada y con razón. Yo me oponía a que la invitaran (a Jaitt). Me convencieron. Era una semana difícil. Muchos de los que estaban apalabrados no estaban en la ciudad”. También reconoció a modo de excusa que “el programa se me fue de las manos, debí haberla frenado, pero no entendía mucho” lo que estaba pasando”.
Añadió que “es un milagro por mi edad que esté en televisión, no es fácil y me sentí morir” estos días. Legrand también contó que ayer antes del programa se había sentido muy mal.
Luego terminó el texto preparado de antemano reiterando las disculpas a los aludidos. Y recordó que alguna vez “había dicho que no se puede hacer cualquier cosa por un punto de rating”. Comentó que piensa lo mismo y reiteró que se equivocaron.
Ofreció derecho a replica a los aludidos, algunos con las iniciales y otros con nombre y apellido como Gustavo Vera. El titular de La Alameda tuvo ayer una breve comunicación telefónica con Mirtha y estará en el estudio del ciclo de El Trece la semana que viene. “Para mí fue una bomba nuclear. Porque soy maestro de grado, imagínese Mirtha. Y me acusan del delito más aberrante que existe, la pedofilia”, indicó Vera.
Recordó cómo trabajó en contra de la trata y dijo que las mafias “no me perdonan” las investigaciones en su contra que impulsó. Finalmente agradeció “la solidaridad que recibí, en primer lugar del Papa Francisco”.
En el ciclo estuvo Elisa Carrió, quien había dicho que Mirtha Legrand se había prestado a una operación de inteligencia. Mirtha respondió que “nunca participé de una operación de ninguna índole y ni sé que son las operaciones”. Carrió comentó que estaba en el programa para darle apoyo a Legrand en este momento difícil.
PN