Las obras arrancarán en los próximos días. Está previsto que finalicen en 2019. Se realizarán en tres etapas. «Vamos a construir la Casa Rosada del siglo XXI», afirmó el secretario General de Presidencia.
El Gobierno Nacional pondrá en marcha en los próximos días un proyecto de recuperación y reconstrucción integral de la sede gubernamental denominado «La Casa Rosada del siglo XXI», destinado a poner en valor el histórico edificio de casi 150 años, que finalizará en 2019 y se realizará en tres etapas, con una inversión de 285 millones de pesos.
«Luego de muchos años de abandono, vamos a construir la Casa Rosada del siglo XXI, con una mirada hacia el futuro, pensándola para los próximos 100 años: una casa que sea moderna, abierta, saludable para quienes trabajan allí y sustentable», comentó el secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis, al informar sobre la iniciativa en un encuentro con periodistas.
El proyecto prevé realizar una huerta agroecológica en la zona de la terraza, donde era el helipuerto, hoy desactivado; trazado integral de instalaciones eléctricas, cañerías, gas natural, entre otros, pero el área presidencial, y distintos salones del primer piso no se tocarán, ya que fueron acondicionados en el primer año de gestión.
«Lamentablemente nunca se encaró algo así en forma integral, siempre fueron parches sin criterio, y en función de quienes estaban ocupando la casa. Nosotros nos entendemos como quienes vamos a habitarla y vamos a trabajar acá en estos años, pero con la obligación de dejar algo mejor de lo que encontramos y si no se hace esta inversión en 10 ó 15 años va a dejar de ser habitable», aseguró De Andreis.
En ese sentido, afirmó que cuando asumió el presidente Mauricio Macri «lo que encontramos fue lamentable» ya que «básicamente lo que hizo el gobierno anterior estuvo abocado a lo estético, a pintar durlock, por ahí embellecer algún salón, pero jamás invertir en cuestiones estructurales, en lo que no se ve y me parece que eso es lo que llevó a que esta casa se viera tan deteriorada».
«Es la casa de todos los argentinos, es la casa donde trabaja el presidente y varios de sus ministros y sus funcionarios más importantes, y las condiciones de la mayoría de quienes trabajan acá son muy malas en cuento a malas instalaciones, malos sistemas de ventilación, cuestiones que tienen que ver con mucha gente trabajando en espacios reducidos», indicó De Andreis.
Dijo que la iniciativa se definió en base a tres ejes, que son «una mirada hacia el futuro, un criterio de sustentabilidad y un tercer eje basado en la cuestión patrimonial, preservando su valor histórico» por lo cual «trabajamos codo a codo con la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, y está todo alineado, validado y certificado por ellos».
El secretario explicó que el plan se ejecutará en tres etapas, con una finalización prevista «para fines del 2018 o principios del 2019», con un costo total de 285 millones de pesos.
En la actualidad «hay un alto nivel de deterioro y degradación estructural, espacios físicos obsoletos y falta de espacios de trabajo funcionales, se carece de un criterio general que disponga la optimización de los espacios, no existen fuentes únicas de información técnica y de planos sobre el edificio, y se registra una deficiencia de sanitarios acordes a criterios del buen arte, precisó al referirse a la situación en que se encuentra el edificio.
La primera etapa de los trabajos, con un costo de 45 millones de pesos, comenzará la semana próxima y se extenderá a lo largo de este año, para remodelar la mitad del segundo piso, que es el sector más deteriorado. Estará a cargo de la constructora Adanti Solazzi, quien presentó la oferta más baja en la licitación que se realizó para adjudicar las obras.
Allí se van a construir nuevas oficinas y salas de reuniones que van a permitir mejorar los circuitos de trabajo, optimizar los recursos materiales, los espacios y el valor patrimonial de los salones, sobre una superficie de 2.100 metros cuadrados.
La segunda etapa, en tanto, se desarrollará entre el 2017 y el 2018, sobre una superficie de 4.370 metros cuadrados con un presupuesto de 180 millones de pesos, a fin de remodelar el primer subsuelo, implementar nuevos núcleos de sanitarios y ascensores.
También se trabajará en la terraza de la Casa Rosada, para construir espacios de recreación, instalación de una huerta agroecológica, y paneles solares e innovaciones que permitan concientización y ahorros energéticos. Además se desarrollará una auditoría de Eficiencia Energética sobre el edificio y sus instalaciones, para conocer el detalle del consumo energético, identificar los principales factores que influyen sobre el mismo y determinar las opciones adecuadas para generar el mayor nivel de ahorro energético.
De Andreis comentó que «la huerta será móvil, desarrollada junto a especialistas del programa PROHUERTA, dependiente del INTA», que se instalará en lo que era el helipuerto del edificio, hoy desactivado, y cuya producción «va a abastecer al comedor que funciona en la Casa».
«Su objetivo principal es simbólico, para promover la instalación de techos y terrazas verdes tanto en los edificios públicos y privados como en las casas y balcones» manifestó.
Finalmente, la tercera etapa se ejecutará entre el 2018 y el 2019, sobre una superficie de 2.700 metros cuadrados, con un presupuesto de alrededor de 60 millones de pesos para realizar la remodelación de oficinas.
De Andreis comentó que en la Casa Rosada «trabajan alrededor de 900 empleados», y que «al llegar acá nunca recibimos ningún plano, ningún manual que tenga que ver con el mantenimiento ni con cuestiones estructurales de la Casa, pero nosotros sí vamos a encarar esa tarea, porque queremos entregar a los que vengan después todos los manuales de todos los sistemas del edificio».
«Por lo que pudimos averiguar, no hubo apego a lo patrimonial, a un registro histórico, no hubo un criterio de respeto a lo original, se han hecho parte y sobre todo en los últimos años, se hizo sólo lo estético, sin invertir en las cuestiones estructurales, y si no se hace esta inversión en 10 ó 15 años va a dejar de ser habitable», aseguró el funcionario.
Minutouno