La mujer se sometió este jueves a las pericias para saber cuál es el grado de astigmatismo que sufre. El problema visual es la principal herramienta de la defensa.
Desde que entró hasta que salió, Julieta Silva no paró de llorar. Así lo aseguraron los investigadores. La mujer que está acusada de haber atropellado y matado a su novio rugbier, Genaro Fortunatoen la madrugada del 9 de septiembre, se sometió a una pericia oftalmológica clave para saber cuál es el grado de astigmatismo que sufre.
La medida fue solicitada por la fiscal Andrea Rossi y es la principal herramienta que tiene la defensa para que cambie la carátula a un hecho culposo y no doloso como está caratulado hasta ahora.
Para la fiscal, el hecho no fue un accidente sino que usó su automóvil para arrollar y matar a Fortunato aprovechando su estado de indefensión. La causa hasta el momento está caratulada como homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía.
En esta pericia oftalmológica que se espera que esté la semana que viene se determinará el grado de disminución visual que sufre Silva y qué patología padece. La defensa y la familia hablaron de que la mujer padece un importante grado de astigmatismo y que eso sumado a que no tenía anteojos, pudo haberse tratado de un accidente.
MInutouno