Tratar el mieloma múltiple siempre fue un desafío para los médicos. Es que a diferencia de otros cánceres en la sangre como la leucemia mieloide crónica, que aparece por la alteración de un solo gen, esta enfermedad es el resultado de múltiples genes alterados. Por otra parte, se llegaba a detectar siempre en estadios avanzados, ya que sus síntomas como cansancio o dolor de espalda, son inespecíficos. Sin embargo, según expertos, en la actualidad existen pistas para acelerar la llegada de un diagnóstico y, por otra parte, en los últimos cinco años aparecieron múltiples fármacos para el manejo de la enfermedad, que pueden ser útiles para quienes no son candidatos a un trasplante o bien para los pacientes con recaídas.
Estas novedades conjuntas llevan a que más del 30% de los pacientes con mieloma múltiple tengan hasta 10 años de remisión luego de haber sido tratados con terapias de consolidación (por tiempo limitado), mientras que en apenas 15 años la sobrevida de esta enfermedad era de apenas tres años. Así lo compartieron expertos extranjeros en el II Foro Latinoamericano de Hematología, que se realizó la semana pasada en el hotel Sheraton.
Avances en el abordaje
El mieloma múltiple es una enfermedad que afecta principalmente a adultos mayores y ocurre cuando las células plasmáticas se multiplican sin control en la médula ósea y forman tumores en las zonas de hueso. El crecimiento de estos tumores óseos debilita los huesos sólidos y también hace que sea más difícil para la médula ósea la formación de plaquetas y células sanguíneas sanas. Hace poco más de una década atrás, su pronóstico no era prometedor, debido a que se detectaba en estadios avanzados.
Hoy este escenario cambia día tras día, según indicó el doctor Jesús San Miguel, director médico de la Clínica de la Universidad de Navarra. Junto a su equipo, el experto siguió un exhaustivo análisis en el cual vio que “un 10% de los pacientes con mieloma estaban ´teóricamente curados´ porque llevaban más de 10 años sin recaer, luego de haber sido tratados a tiempo”, pero que ahora ese número “ascendió a un 30% y en los próximos años ese porcentaje podría ser mucho mayor cuando se vean los resultados de los tratamientos que en la actualidad se utilizan”.
“Suponemos que va a haber un gran porcentaje de pacientes con mieloma que se van a curar o que van a vivir con la enfermedad completamente controlada”, agregó el médico al referirse a las nuevas terapias aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) así como las nuevas moléculas investigadas en protocolos de investigación, entre ellas un derivado de la talidomida, la lenalidomida y el bortezomib.
Incluso San Miguel indicó que ciertos fármacos que sólo fueron aprobados en recaída y combinados con otros medicamentos obtuvieron en estudios “remisiones completas de hasta un 40%”, cifras que podrían ser muchos mayores al administrarse en nuevos diagnósticos.
Si bien los medicamentos de última generación son costosos, para San Miguel el precio “termina siendo económico en comparación con el dinero invertido en las complicaciones de los pacientes”, más aún si se tiene en cuenta que con muchos de estos productos “el individuo no sale del circuito laboral”. Por otra parte, agregó que el mieloma es la enfermedad para la cual más fármacos se aprobaron en los últimos cinco años.
A su turno, el doctor Rafael Fonseca, de la Clínica Mayo, destacó que los trasplantes de médula ósea continúan siendo una herramienta esencial para el manejo del mieloma. “Esta alternativa esautóloga, cuando se implantan las células madre del propio paciente, en donde la mortalidad es del 1%»
Ante la pregunta de periodistas sobre quiénes son los candidatos para recibir este procedimiento, el experto de Clínica Mayo contestó que “se les suele aplicar a las personas más jóvenes, menores de 65 años; se analiza cada caso entre los 65 a los 75 años, mientras que en pocas ocasiones se le indica a los mayores de 75”.
Pistas para acelerar el diagnóstico
Una de las principales causas por las cuales el mieloma múltiple se detecta en estadios avanzados es que sus síntomas son inespecíficos, por lo cual, según indicó Fonseca, los médicos de cabecera “deberían investigar un poco más” cuando los pacientes mayores manifiestan síntomas como dolores de espalda.
El mieloma está activo cuando se presentan lesiones óseas (principalmente los huesos largos, las vértebras y el cráneo), anemia, cansancio extremo o insuficiencia renal. Sin embargo, San Miguel compartió que antes de que se manifieste la enfermedad existen otras antecesoras. Una de ellos es una patología previa sin las complicaciones del cáncer llamada gammapatía monoclonal de significado incierto, que se detecta con un análisis de sangre y que si bien en la mayoría de los casos se mantiene estable, “en un 1% de los casos se transforma dentro del por año de seguimiento y avanza a mieloma”, detalló.
“El 10% de las personas mayores de 70 años tiene un clon pequeño que lleva a un aumento de células plasmáticas que segregan el aumento de una proteína (inmunoglobulina monoclonal). Se sospecha de una gamapatía en una prueba de sangre cuando las inmunoglobulinas están aumentadas, ya sea la IgG o la IgA”, agregó San Miguel.
Pero un dato que para el médico es fundamental y que fue descubierto pocos años atrás es que “todos los pacientes con mieloma tienen antecedentes de haber pasado por una gammapatía”. Es por eso que recomienda que a los adultos mayores se les realice un proteinograma, un análisis de sangre económico, y ante un aumento de las inmunoglobulinas, estar atentos a los síntomas clínicos para una detección precoz del mieloma.
Fonseca agregó que, en algunos casos, las gamapatías monoclonales de significado incierto estuvieron presentes por décadas.
Incluso, los expertos añadieron que existe una forma intermedia entre la gamapatía monoclonal de significado incierto y el mieloma múltiple, llamada mieloma smoldering, que ocurre cuando la proteína en la sangre es alta, pero no se manifiestan síntomas como el daño óseo, anemias o insuficiencia renal.
Incluso, los expertos pudieron identificar cuáles de estos mielomas asintomáticas avanzarán a la enfermedad activa, que deberá ser tratada con distintos enfoques o combinaciones en fármacos.
Por: Celina Abud