El presidente de la Nación, Javier Milei encabezó una nueva reunión del Gabinete nacional y aprovechó la ocasión para dejar un duro mensaje a los trabajadores aeronáuticos, en pleno conflicto salarial que ya lleva más de un mes y además confirmó el cierre de Intercargo, la empresa estatal encargada de la asistencia en tierra en 19 aeropuertos del país.
Durante la reunión de hoy que se llevó a cabo en la Casa Rosada, Milei junto a sus principales colaboradores, se pronunciaron sobre la situación y discutieron las medidas a seguir en el marco de este conflicto. Entre los asistentes, se encontraban ministros clave como Federico Sturzenegger, el nuevo canciller Gerardo Werthein y Luis Caputo, quienes replicaron la postura del jefe del Estado nacional.
En un breve intercambio con la prensa, Milei ratificó el cierre de Intercargo y aseguró que “obviamente” se termina, después del ultimátum que el Gobierno impulsó contra los gremios aeronáuticos y que tenía como fecha límite este viernes. “Se terminó la extorsión en nuestro país”, agregó el mandatario.
Asimismo, el Presidente dejó claro que la postura del Ejecutivo frente a las demandas de los gremios aeronáuticos es firme, y fustigó que “en la Argentina se sale no parando y no extorsionando sino laburando”.
A pesar de la tensión que genera la confrontación con los sindicatos aeronáuticos, Milei se mostró relajado durante su salida del encuentro. Acompañado de su equipo, el presidente saludó a los estudiantes del colegio Rubén Darío de la provincia de Buenos Aires, que recorrían la Plaza de Mayo, y aprovechó la ocasión para cantarle el cumpleaños a una de las alumnas.
Sin embargo, la situación laboral en el sector aeronáutico no muestra señales de distensión. A lo largo de la última semana, las protestas de los trabajadores han afectado a cientos de pasajeros, generando demoras en los vuelos y una creciente tensión entre el Ejecutivo y los sindicatos.
Frente a estos reclamos, Milei no ha titubeado y ha lanzado una advertencia a los sindicatos, otorgándoles un plazo hasta hoy para presentar una propuesta que sea aceptada por el presidente. De lo contrario, se convocará un Plan Preventivo de Crisis, como una medida extrema para poner fin a la disputa y proceder con el cierre de la empresa Intercargo, uno de los actores principales en el servicio de rampas.
La decisión del Gobierno de desregular el servicio de rampas y acabar con el monopolio de Intercargo se suma a un conjunto de medidas que buscan reestructurar la operación de los aeropuertos y “aliviar la presión” sobre los costos operativos. El Ejecutivo nacional apuesta por un cambio en la forma en que se gestionan estos servicios, confiando en que la desregulación generará un ambiente “más competitivo y eficiente”.
Intercargo: el motín del conflicto entre Milei y los aeronáuticos
Intercargo es una empresa estatal que opera en 19 aeropuertos de Argentina proporcionando servicios como embarque y desembarque de pasajeros, manejo de equipaje, remolque de aeronaves y abastecimiento de agua y energía a los aviones, entre otros. En los últimos días, esta compañía ha estado en el centro de la controversia debido a una serie de despidos realizados por el Gobierno de Javier Milei, luego de una protesta laboral que paralizó parte de la actividad aeronáutica.
En concreto, un grupo de trabajadores de Intercargo organizó una huelga en respuesta a sus condiciones laborales, con salarios atrasados y amenazas de una posible privatización de la empresa. La protesta afectó las operaciones de algunos vuelos y generó una reacción del Gobierno, que despidió a 15 empleados, acusándolos de causar graves perjuicios a los pasajeros.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, intervino en el conflicto, sugiriendo que Intercargo debería dejar de existir debido a los continuos conflictos laborales, al tiempo que acusó a los trabajadores de formar parte de “mafias” dentro de la empresa y prometió garantizar el funcionamiento normal de los aeropuertos con el apoyo de las fuerzas de seguridad.
Estas declaraciones sólo aumentaron la tensión entre el Gobierno y los empleados de la empresa, quienes defienden la legitimidad de su protesta, argumentando que sus condiciones laborales son insostenibles debido a los salarios bajos y la amenaza de privatización. Los sindicatos sostienen que, a pesar de su rol esencial, los trabajadores aeronáuticos están sometidos a condiciones precarias y consideran que las medidas de fuerza, como las huelgas, son la única manera de visibilizar sus reclamos por mejoras laborales.