Gran parte de los contribuyentes que estaban en condiciones de reformular planes de pago anteriores caídos, accedieron en las últimas horas a la moratoria fiscal, cuya primera fase tiene como vencimiento el 15 de agosto. Se trata de la posibilidad de acceder al máximo beneficio previsto en el plan, que consiste en un descuento del 70% de los intereses punitorios y resarcitorios que percibe la AFIP, por la mora simple y por el inicio de acciones de cobro judiciales. Quienes ya entraron, tendrán que abonar su deuda al contado o hasta en tres pagos.
La moratoria permite regularizar deudas impositivas, aduaneras y de la seguridad social al 31 de marzo de este año. No se pueden incluir aportes a obras sociales ni a empleadas domésticas, cuotas de ART e infracciones al Régimen de Equipaje, entre otros conceptos.
Sebastián Domínguez, socio de SDC Asesores Tributarios, explicó que en el caso de sus clientes “se recomendó ingresar con 24 horas de anticipación” a la fecha prevista. En rigor, el texto de la normativa de la AFIP, a criterio de los asesores fiscales, no era claro.
En busca de incrementar la recaudación
Se espera entonces que en agosto el ministro de Economía, Luis Caputo, pueda obtener recursos tributarios extraordinarios que le permitan mejorar los ingresos del fisco. En julio la recaudación fiscal cayó en términos reales el 8%. En junio bajó el 10% real mientras que en mayo lo había hecho al 14% real interanual.
Luis Caputo busca así juntar una cantidad de fondos que le oficie de colchón ante la inminente reducción del Impuesto PAIS en septiembre, que bajará del 17,5% al 7,5%. Estimaciones privadas indican que esa reducción le restaría unos $300.000 millones mensuales, que tendrá que compensar en adelante con la restitución del Impuesto a las Ganancias.
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