Todos sabemos que realizar actividad física es bueno para la salud. Entonces, ¿por qué hay gente que todavía no realiza ejercicio?
A la hora de realizar actividad física, la primer excusa que usamos es que no tenemos tiempo. Los tiempos en los que vivimos son complicados y la vorágine diaria muchas veces nos impide tomarnos un rato para nosotros. Pero siempre hay estrategias para lograr nuestro objetivo y poder mantenerlo en el tiempo.
Algunos pilares fundamentales para hacer actividad física
Proponete objetivos logrables: ¿Cuántas veces vemos en el gimnasio gente que retoma o empieza la actividad física y pretende seguir una rutina exigente? ¡Todos los días! Miles de personas inactivas o con sobrepeso que de un día a otro empiezan a correr. Está de más decirles que, en líneas generales, esta gente abandona a los pocos días la actividad física que comenzó con tanto entusiasmo. ¿Cuál es la recomendación? Empezar de manera paulatina. En vez de realizar una actividad física exigente todos los días, proponete hacerlo primero 2 veces por semana y luego podés ir aumentando la intensidad y la periodicidad a medida que vas avanzando y que te sentís más seguro y saludable.
Olvidate de ese jean o traje de baño que usabas cuando estabas en el colegio: Mucha gente, especialmente las mujeres, guardan un recuerdo del cuerpo que tenían cuando realizaban ejercicio. Es normal, por supuesto, que tengamos un objetivo en mente, pero si esa imagen es de cuando estábamos en el colegio, no podemos pretender detener el tiempo, recuperar el tiempo perdido y volver a usar la misma ropa. Empezá hoy a realizar ejercicio y creá nuevos recuerdos.
Preparate: Ya sabemos que no tenés tiempo, que es un recurso escaso, así que agendate en el calendario esta cita con vos mismo con el objetivo de verte y sentirte mejor. ¿No te parece que te lo merecés y que lo necesitás para estar bien?
Cambiá tus hábitos alimenticios: Una vez que empezás con una rutina de ejercicio necesitás alimentarte de manera saludable, con calorías reales y con comida que contenga proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables. Una cosa lleva a la otra, Vas a ver que, cuando comas mejor, te vas a sentir bien y eso va a hacer que tengas ganas y energía para hacer ejercicio.
Involucrá a tu familia: Aprovechá para salir a andar en bicicleta con tu hijo o correr acompañándolo mientras él lo hace. Salí a caminar con tu pareja, y en vez de ir a tomar un té o un licuado para hablar, aprovechen este momento para ponerse al día.
Pedí ayuda a tus amigos: Seguro que tenés algún amigo deportista que te puede dar una mano para comenzar a realizar ejercicio y para mantener esta rutina en el tiempo. Tus amigos te pueden ayudar compartiendo la actividad física, pasándote a buscar o simplemente acompañándote.
Descubrí cuál es el ciclo de tu energía: No todos somos iguales. Algunos tienen más energía a la mañana para hacer actividad física, otros aprovechan el tiempo que tienen libre al mediodía y hay personas a quienes les gusta liberar las tensiones del día realizando ejercicio al final de la jornada laboral. Encontrá cuál es tu mejor momento.
Elegí un ejercicio que sea divertido para vos. ¡No toda la actividad física debe llevarse a cabo en un gimnasio! Sé creativo y pensá qué te divierte hacer. Después buscá el lugar ideal para realizar la actividad, y por último, ¡agendalo!