La conjunción de un mercado interno recesivo, pérdida de producción por inundaciones y caída de exportaciones a Venezuela, llevaron a la empresa a una desesperada búsqueda de un socio externo.
Ya a comienzos del presente siglo Sancor arrastraba una crisis financiera, la cual pudo superar en 2008
Ya a fines de 2016 la empresa había cursado un comunicado a la Comisión Nacional de Valores explicando que «la difícil situación de la lechería afectó la capacidad productiva y desempeño económico» y había prometido comunicar en breve una serie de «resoluciones adoptadas para dar una solución definitiva» a su crisis.
Sin embargo, pasado el primer mes del nuevo año, y luego de haber cerrado en junio de 2016 un balance anual con pérdidas por $2.421 millones, con un crecimiento exponencial respecto de los quebrantos de $447 millones en 2015, y $263 millones en 2014, no se advierten señales que posibiliten advertir una solución inmediata a una crisis que no es nueva.
El balance de 2016, a junio, cerró con pérdidas por $2.421 millones, luego de sendos quebrantos de $447 millones en 2015 y $ 263 millones en 2014
Cabe recordar que ya a comienzo del presente siglo Sancor arrastraba una pesada deuda financiera, la cual recién pudo domar en 2008, tras un lustro de reactivación de la economía nacional, con la firma de un convenio comercial y financiero.
Pero la cooperativa láctea que inició sus actividades en 1938, luego de la unión de 16 cooperativas de las provincias de Santa Fe y Córdoba, no logra cerrar nuevos acuerdos con otras empresas, como el que hizo en junio de 2016, cuando vendió su negocio de postres, flanes y yogures al grupo industrial Vicentín, por USD 100 millones, unos $1.450 millones, insuficientes para recuperar el perjuicio financiero por casi el doble de ese monto.
En junio de 2016 vendió su negocio de postres, flanes y yogures al grupo industrial Vicentín, por USD 100 millones
Una de las causas de la profundización de la crisis, que los principales directivos de la empresa –su presidente, Gustavo Ferrero, y el gerente general, Marcelo Gornati– le comunicaron a mediados de 2016 al ministro de Producción de la Nación, Francisco Cabrera, fue la sostenida caída de la producción de leche fresca en 2016 «entre el 10% y 11% respecto al año anterior, totalizando unos 10.100 millones de litros de leche, con un descenso constante de los tambos del orden del 8%, según un informe difundido por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA)»
Adicionalmente se agregaron el efecto de la pérdida del negocio de exportación que había promovido el gobierno anterior con el gobierno de Venezuela, más las inundaciones que afectaron la cuenca lechera santafesina.
A otro año de receso del consumo se sumó la pérdida del negocio de exportaciones a Venezuela que había impulsado el gobierno anterior
Según advirtió uno de sus directivos en declaraciones a una radio cordobesa, o «se logra una refinanciación o se vende la empresa». Así lo expresó Carlos Castro, uno de los directores de la cooperativa, quien afirmó que esta semana tendrá que firmarse una u otra alternativa porque «no hay salida así como está, tiene que haber una definición».
En la empresa insisten en que mantienen su esperanza de encontrar una solución definitiva, que comprendería el cierre de usinas que dejaron de ser productivas en condiciones competitivas, pero también la llegada de nuevos socios y auxilio financiero para poder construir al menos una planta, para poder sostener el empleo a casi 4.000 personas, que se estima perciben un ingreso medio de bolsillo de 40.000 pesos.
Infobae