Una activista de Suecia se cruzó a una manifestación de un movimiento anti inmigrante y su enojo la hizo enfrentarlos con un significativo gesto.
Tess Asplund se convirtió, de un día para otro, en una héroe nacional. La activista de 42 años volvía a su casa, en Estocolmo, cuando se cruzó a una manifestación de neonazis, y su enojo no permitió ignorar lo que sucedía: los enfrentó con el puño en alto como un poderoso símbolo de resistencia frente a la discriminación.
La mujer, de 41 años, se describe a sí misma como afro-sueca, y dice temer por el resurgimiento de los partidos de extrema derecha en Europa. «Fue un impulso. Estaba tan molesta que tuve que ir a la calle. ¡Aquí, no! No pueden hacer eso», recordó para el diario The Guardian.
Los 300 uniformados neonazis no asustaron a la activista, aunque ahora reflexiona sobre lo que hizo y tiene sentimientos encontrados. «Están muy molestos, pienso que tal vez no debí hacerlo, quiero paz. Pero trato de mantenerme calmada», reflexionó.
Sin embargo, explicó los antecedentes que motivaron su reacción: «Tengo amigos que han sido atacados y tuvieron que mudarse. Yo misma he recibido llamadas de noche amenazadoras. Es vergonzoso que tengamos este problema. La policía dice que somos un país democrático y pueden marchar. ¡Pero son nazis!».
Infobae