La demanda en enero pasado fue incluso menor a la de 2016 que ya había sido mala en comparación con el año anterior. Se profundiza la recesión.
Las cantidades vendidas por los comercios minoristas finalizaron enero con una caída de 2,5% frente a igual mes del año pasado, indicó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
«Fue un mes muy irregular en materia de ventas, con un inicio muy flojo durante la primera quincena y recuperándose sobre el final», subrayó el sondeo. Si bien destacó que el régimen de Precios Transparentes impulsó la demanda de bienes durables, como electrodomésticos, la demanda fue «menor» a la del 2016.
«La menor disponibilidad de efectivo se sintió en enero y también la mayor cantidad de familias que viajaron a vacacionar o a comprar en países vecinos como Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil, donde los precios son más convenientes», analizó.
Según la entidad, la evolución de las ventas en el primer mes del año fue «muy heterogénea entre provincias e incluso entre ciudades de una misma jurisdicción».
«La menor disponibilidad de efectivo se sintió en enero y también la mayor cantidad de familias que viajaron a vacacionar o a comprar en países vecinos como Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil, donde los precios son más convenientes», analizó.
Según la entidad, la evolución de las ventas en el primer mes del año fue «muy heterogénea entre provincias e incluso entre ciudades de una misma jurisdicción».
Así, puntualizó que las más «golpeadas» fueron las fronterizas con Chile y Paraguay, donde el consumo en rubros como neumáticos, electrónicos, calzados o indumentaria «se vio muy resentido».
«Lo sintieron ciudades de Misiones, Corrientes, Mendoza, y Formosa, principalmente», señaló la CAME.
El estudio consideró que los negocios lanzaron muchas ofertas, descuentos y liquidaciones para atraer ventas y fueron buenas estrategias en algunos locales comerciales que «por momentos estuvieron con buen público». Sin embargo, aclaró que «no todos tuvieron resto financiero para sostener el ritmo de las rebajas».
Con relación a la actividad en las ciudades turísticas, las ventas fueron mejor en la segunda quincena que en la primera, ya que la gente estuvo más relajada con los gastos y se animó a desembolsar más. «Posiblemente, alentada por cierta mejora en las expectativas sobre el rumbo de la economía y el empleo, igual se consumió menos que el año pasado», consideró.
De los 21 rubros que componen la canasta minorista sondeados, 20 de ellos cayeron y sólo el segmento de Farmacias finalizó con un leve alza anual de 0,3%.
«De todos modos, las tasas de descenso fueron mucho menores a las que se registraron a lo largo de 2016 y eso es un dato positivo», resaltó el informe.