La investigación de Juan Amorín abrió una nueva e insospechada grieta que ya sacude a Cambiemos. Vidal se despega de la corrupción PRO y envía un mensaje al presidente.
La interna por las denuncias de los aportes truchos de Cambiemos en las campañas de 2015 y 2017 abrió una nueva e insospechada grieta entre la gobernadora bonaerense María eugenia Vidal y el presidente Mauricio Macri.
Los desastres políticos y económicos del gobierno nacional sumados a ese escándalo están esmerilando la imagen de la jefa provincial y principal apuesta de Cambiemos para la renovación, sea en 2019 o 2023.
Por esto, y aprovechando el viaje de Macri a Johannesburgo, Vidal cargó directamente contra el mandatario y se despegó del modelo PRO.
“Este es el sistema contra el cual yo vine a pelear”, respondió la mandataria bonaerense a una de sus colaboradoras cuando le preguntó, en privado, cómo estaba viviendo las denuncias por fraude en los fondos de campaña de Cambiemos, según cuenta la biógrafa oficial de Mauricio Macri, Laura Di Marco en La Nación.
Tras haber tenido que referirse al terremoto desatado por la investigación de Juan Amorín, Vidal se diferenció de su jefe político y le apuntó con munición gruesa. “Entré a la política sin apellido, sin padrino y sin plata… ¡No tengo ninguna offshore! Antes tenía una casa y un auto y, después del divorcio, me quedaron media casa y medio auto”, disparó.
La gobernadora no sabe como salir de la encerrona que provocó un impacto directo al corazón de su estrategia política, la imagen de incorruptible luchadora contra las mafias y la corrupción, que utiliza para promocionarse.
La investigación sobre los aportes irregulares en la campaña promete llevarse puesta a la cúpula de Cambiemos en la provincia, y Vidal es la presidenta el partido. Aún no queda claro si tiene o no responsabilidad en la maniobra fraudulenta, pero en el mientras tanto, eligió una salida indecorosa, apuntarle a la máxima autoridad de su partido y del país, quién si tiene cuentas y empresas offshore y está sospechado de varios fraudes al Estado. La interna puede escalar a niveles insospechados y pone en jaque la campaña para la próxima elección nacional.
PN