De hecho, cada usuario podrá decidir si acepta o no un nuevo mensaje, lo que debería mantener el spam bajo control.
Esta es la segunda vez que Spotify intenta convertirse en una red social a pesar de haber nacido como una plataforma para difusión de música: en 2017 se hizo una prueba pero el público todavía tenía mejores plataformas para chatear.
Tras revolucionar, junto con Apple Music y Tidal, el modo en que las discográficas difunden la música de sus intérpretes -muchas veces en detrimento de los artistas independientes- Spotify estaría listo para llenar el vacío que dejaron otros servicios de mensajería instantánea en redes sociales.