Este viernes, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) confirmó que realizará un paro nacional el próximo martes 9 de diciembre, que tendrá también una masiva movilización al Congreso para rechazar el proyecto de reforma laboral impulsado por el Gobierno de Javier Milei, además de exigir la reapertura de paritarias, una recomposición salarial de emergencia y manifestarse contra el intento oficial de recortar el 10% de la planta estatal.
En tanto, la conducción sindical sostuvo que la iniciativa laboral tiene un carácter “pro mercado”, y que su objetivo central es disciplinar a los trabajadores, por lo que advirtió que “no mejorará la competitividad ni la productividad”, según expresó el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar.
El anuncio gremial se formalizó luego de que el Gobierno avanzara en los lineamientos de una reforma que ATE considera regresiva y perjudicial para el empleo estatal y privado. Por caso, Aguiar remarcó que la experiencia internacional demuestra que medidas similares fracasaron durante la crisis global de 2009 y 2010, cuando varios países aplicaron recortes y flexibilizaciones que no lograron revertir la caída del empleo.
En esa línea, el titular de ATE señaló que la etapa de mayor creación de trabajo registrado en Argentina ocurrió entre 2002 y 2012, período en el cual rigió la doble indemnización, lo que evidencia que la estabilidad y la protección laboral favorecen el crecimiento del empleo.
Por caso, el dirigente también advirtió sobre la fuerte pérdida del poder adquisitivo que atraviesan los trabajadores estatales durante 2025. “Nos negamos a ser expulsados por debajo de la línea de pobreza”, sostuvo Aguiar, al reclamar la convocatoria urgente a paritarias y una recomposición salarial acorde a la inflación.

Al mismo tiempo, ATE cuestionó además el anuncio del Gobierno de avanzar con una reducción del 10% de la planta estatal, un recorte que impactaría principalmente sobre organismos estratégicos como la Oficina Anticorrupción, el Indec, el Conicet, la Coneau, el Archivo General de la Nación, la Anses, la Conadis, el Enargas, el Enre, el INTA, el INTI y el Enacom, entre otros.
Para Aguiar, esa poda en la administración nacional resulta inviable porque “los servicios públicos están en su piso mínimo histórico”, y sostuvo que el Ejecutivo “está soñando” si cree posible aplicar un recorte de tal magnitud sin afectar gravemente el funcionamiento completo del Estado y los servicios que presta a la población.
Cabe recordar que, la medida de fuerza del 9 de diciembre había sido definida por unanimidad en el Confederal que ATE realizó en San Luis el pasado 27 de noviembre, aunque posteriormente la conducción advirtió que la fecha podría cambiar ante la posibilidad de que el proyecto de reforma laboral llegara al Congreso de manera inminente.
Ahora, la movilización que se llevará a cabo el martes podría coincidir con la presentación formal del texto, que el Gobierno considera central para su agenda económica. En la Ciudad de Buenos Aires, el gremio dispondrá retiros de los lugares de trabajo desde las 10.30 horas para facilitar la asistencia de los trabajadores a la marcha.

Además de rechazar la reforma laboral, el sindicato reiteró el pedido de reapertura urgente de las negociaciones salariales. Es que, ATE recordó que el viernes 28 de noviembre el Ejecutivo convocó de manera virtual a una reunión paritaria, pero que no presentó ningún ofrecimiento, lo que profundizó el malestar dentro del sector. Para el gremio, la falta de respuesta oficial se suma a la pérdida del poder adquisitivo acumulada durante el año y agrava el escenario de conflictividad.
En el marco del anuncio del paro, Aguiar reiteró que el Gobierno intenta avanzar con un modelo de flexibilización que, desde su visión, no resolverá los problemas estructurales de la economía, e insistió en que la única vía capaz de fortalecer el empleo argentino es “poner en valor las convenciones colectivas”, al tiempo que subrayó que tanto en la historia reciente como en la experiencia internacional las políticas de recorte laboral no generaron mejoras productivas.
Por último, la organización sindical destacó que cada provincia definirá sus propias modalidades de protesta, lo que permitirá adaptar la medida de fuerza a las realidades regionales. Sin embargo, en todas las jurisdicciones la consigna principal será la misma: rechazar la reforma laboral que, según ATE, “quita derechos sin generar empleo”, y exigir que el Gobierno revise su política salarial y su estrategia de recortes.
ATE en alerta por el vencimiento de más de 70.000 contratos en diciembre
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), a cargo de Rodolfo Aguiar, se encuentra en alerta por el vencimiento de más de 70.000 contratos de trabajadores estatales a partir del 31 de diciembre. Según señalaron desde el gremio, a fin de año se terminan más de 70.000 trabajadores de la administración pública, que podrían no ser renovados, en el marco del Plan Motosierra que impulsa la administración mileísta de cara al año que viene.

Es que, tras la reestructuración de Gabinete, el jefe de ministros, Manuel Adorni, se encuentra coordinando con su par de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, una nueva tanda de despidos. El objetivo es reducir la planta de trabajadores estatales otro 10%.
“La motosierra es constante”, señalaron desde el despacho de Sturzenegger, tras revelar que los despidos desde el inicio de la gestión ascienden a 58.797 personas contempladas entre organismos centralizados y descentralizados, personal militar, de seguridad y empresas del Estado.
En ese contexto, el gremio que comanda Aguiar exigió la inmediata renovación de los contratos y adelantó el paro nacional al 9 de diciembre. En un principio, la medida de fuerza acompañada por movilizaciones estaba prevista para el día en que el Congreso de la Nación comenzará a tratar la reforma laboral del Ejecutivo nacional.






