Choele Choel vivió una de esas noches que quedan tatuadas para siempre en la memoria colectiva. La segunda jornada de la Fiesta Nacional del Folklore y la Familia explotó de público y energía: más de 60 mil personas, según datos oficiales de la Policía de Río Negro, coparon el predio de ocho hectáreas a la vera de la Isla 92 para una celebración que superó todas las expectativas.
Natalia Pastorutti abrió el camino a una noche inolvidable.
La velada arrancó con una plaza ya colmada, cuando Natalia Pastorutti se adueñó del escenario con un show sólido, luminoso y lleno de identidad. Su presencia marcó el pulso de lo que vendría: una fiesta creciente, vibrante, hecha de familias, turistas y vecinos que desde temprano habían elegido ser parte.
Los Palmeras y un show que hizo temblar la ciudad.
Y entonces sí: pasada la medianoche, Los Palmeras irrumpieron con su arsenal de clásicos. Desde el primer acorde, el predio literalmente tembló. Hubo baile, hubo agite, hubo coreografías compartidas en cada rincón, hubo emoción y hubo ese fenómeno pocas veces visto: un público completamente entregado a la fiesta.
“Choele llegó a temblar”, decían los asistentes mientras sonaban himnos como El Bombón Asesino, Perra, La Suavecita o Olvidala. Fue una descarga de cumbia santafesina de primer nivel, una demostración de por qué la banda es un símbolo cultural que atraviesa generaciones.
Un predio a tope: carros sin stock y euforia generalizada.
La postal de la noche tuvo un detalle que lo dice todo: los carros de comida agotaron stock. No había un metro libre, no quedaba lugar para una reposera más, ni para un paso improvisado de baile. El público se adueñó del festival y el festival respondió con un nivel artístico y organizativo impecable.
La emoción del intendente
“Es lo que soñamos y lo que pudimos concretar”, dijo visiblemente emocionado el intendente Diego Ramello, rodeado de su equipo y de vecinos que no paraban de agradecer la fiesta que la ciudad se regaló.
Bingo, premios y un cero kilómetro que encendió la noche.
En medio de la celebración, el festival volvió a mostrar su costado popular: se jugó el tradicional bingo y se realizó el sorteo de un auto cero kilómetro.
Mañana la fiesta sigue y cierra con Vilma Palma y Dale QVa para coronar una fiesta nacional que promete perdurar en el tiempo.








