Por su ubicación geográfica, Choele se encuentra delimitada entre las bardas y el río Negro, lo que genera condiciones particulares con la caida de lluvias. El agua que cae sobre las zonas altas desciende con gran velocidad hacia el valle, y en su recorrido provoca erosiones, anegamientos y calles intransitables, especialmente en los sectores donde el escurrimiento natural se interrumpe.
Frente a esta situación, el municipio puso en marcha un plan de intervención y reordenamiento del curso del agua, que incluye la construcción de badenes de hormigón y la canalización controlada hacia los puntos de drenaje natural.
“Es un trabajo planificado que venimos ejecutando con personal y recursos municipales, para dar respuesta a un reclamo histórico de los vecinos. Sabemos que mientras duren las obras pueden generarse molestias en el tránsito, pero son intervenciones necesarias para evitar mayores daños y garantizar el correcto desagote del agua de lluvia”, destacó el intendente Diego Ramello.
Estas acciones forman parte del plan integral de mantenimiento urbano y prevención, con el que la Municipalidad busca mejorar la infraestructura pluvial y proteger las calles, veredas y viviendas de los choelenses.







