Tras el batacazo en las elecciones legislativas, el Gobierno nacional, a cargo de Javier Milei, se prepara para enviar luego de la conformación del nuevo Congreso un nuevo paquete de leyes de segunda generación, entre las que se destacan la reforma laboral, la fiscal y previsional.
Es que, previo a las elecciones de medio termino, el ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó que luego de los comicios el Ejecutivo comenzará una segunda etapa del Gobierno en el que se avanzará con reformas estructurales, centradas en lo laboral y tributario.
“La reforma laboral es fundamental porque venimos de un régimen arcaico, rígido e imprevisible, que los empresarios son los primeros en padecer. Esa es la razón por la cual el empleo no crece desde 2011. Necesitamos un régimen laboral más ágil”, alegó Caputo.
En la misma sintonía, sobre la reforma tributaria, el titular de Economía explicó que consistirá en eliminar impuestos distorsivos, reducir otros y simplificar el sistema, además de promover incentivos al ahorro interno. “El Gobierno ya no tiene déficit fiscal; todo ese ahorro va a ir hacia la inversión del sector privado”, aseguró.
Según remarcó el presidente Milei, la reforma laboral permitirá incluir en el mercado de trabajo a casi 8 millones de trabajadores que, actualmente, se encuentran en la informalidad. “Es un paso necesario y previo antes de avanzar con una reforma tributaria y previsional”, señalaron desde Casa Rosada.
No obstante, a pesar de haber conseguido una victoria contundente a nivel nacional, en las elecciones legislativas nacionales de este domingo 26 de octubre, las fuerzas del cielo deberán volver a tejer puentes con los aliados en el Congreso para avanzar en las reformas estructurales.
En ese sentido, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, e incluso el propio presidente, convocaron a los gobernadores y a la oposición blanda al dialogo para avanzar en las reformas estructurales.
“Estamos de acuerdo con las mismas reformas y las hemos firmado en el Pacto de Mayo, trabajemos por eso, aunque en el debate haya matices. No tiene que haber una visión cuasi cavernícola de ‘hay que romper todo’“, remarcó Milei.
De todas maneras, desde la Confederación General del Trabajo (CGT) ya advirtieron su desacuerdo a la reforma laboral, por lo que las jornadas de discusión en el Congreso prometen ser de alto voltaje político con una posible conflictividad social, tal como sucedió durante el gobierno de Mauricio Macri.
Reforma laboral: uno por uno los cambios que propone el Gobierno de Milei
Según adelantó el secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, Julio Cordero, durante el Coloquio de IDEA en Mar del Plata, la reforma laboral presentada en la Cámara de Diputados bajo el eufemismo de “ley de promoción de inversiones y empleo” contempla cambios en lo que respecta a la recaudación y democracia de los sindicatos.
En efecto, el texto apunta, sobre todo, a dar incentivos fiscales a pequeñas y medianas empresas para contratar empleados. Una suerte de Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) para inversores más modestos.
Además, la iniciativa del Ejecutivo permite fragmentar el período de vacaciones, instrumentar un sistema de banco de horas libres, así como otros esquemas flexibles a través de convenios colectivos, como los plazos en casos de enfermedad o accidente.
Entre alguno de sus puntos más polémicos, en la reforma laboral figura la ampliación de 8 a 12 horas de la jornada laboral; la posibilidad de pagar una parte del salario en “ticket canasta o restaurant”, algo ya objetado en fallos de la Corte, y la posibilidad de que los empresarios paguen en hasta 12 cuotas indemnizaciones o multas provenientes de litigios en la justicia.

Además, Cordero manifestó su deseo de avanzar sobre los convenios colectivos de trabajo (CCT) para revisar la obligatoriedad de los aportes y el concepto de ultraactividad, el cual implica que todos los CCT tienen un tiempo de duración y si no hay nuevos convenios, se mantiene el actual.
Asimismo, el Ejecutivo pretende modificar la forma de negociación salarial. En concreto, La Libertad Avanza (LLA) propone que las paritarias “sean dinámicas”. Es decir, que se discutan en base a productividad y por empresa, como sucedió en la década de los 90’.
Un dato no menor es que, en la letra chica, la reforma laboral del Gobierno reproduce algunos de los artículos del capítulo IV del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU)70/2023, que fue suspendido por la Justicia y que se encuentra pendiente de una definición de la Corte Suprema de Justicia.





