«Si llevas la cuenta en casa: nosotros rescatamos a Argentina por 40.000 millones de dólares, ellos le venden soja a China, nuestros agricultores no obtienen nada y van a la quiebra por sus políticas arancelarias», se le escuchó decir, poniendo de relieve el dilema entre el apoyo económico y los intereses comerciales de Estados Unidos.
Trump concluyó su diagnóstico sobre la crisis con su habitual estilo contundente. «Pero no lo hagan sonar como si les estuviera yendo genial. Están muriendo», sostuvo. La revelación de la posible compra de carne vacuna queda así enmarcada en una visión desoladora de la situación económica argentina.