Decisión que sorprendió varios funcionarios del área y a los altos mandos de las Fuerzas Armadas, que esperaban volver a desplegar personal y armas en la zona céntrica porteña, como lo hicieron el año pasado luego de varios años sin desfile.
En efecto, que la motosierra haya alcanzado hasta lo simbólico que la gestión libertaria pretendía instalar no deja de sorprender, ya que en 2024 se realizó el desfile, cuando el Presidente su importancia y haberlo recuperado luego de que no se llevara a cabo durante la administración de Alberto Fernández.
El desfile del 9 de julio del año pasado se realizó con toda la parafernalia militar sobre un tramo de Av. Libertador, en el barrio porteño de Palermo, donde se presentaron más de 6.000 efectivos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, junto a más de 2.000 veteranos de la Guerra de Malvinas.
Implicó una erogación para el fisco unos $720 millones (U$S720.000 al tipo de cambio oficial de aquel momento) y, actualizado por inflación, su realización el próximo 9 de julio demandaría casi $1.000 millones.
Aquel desfile será recordado no solo por el despliegue castrense de la gestión anarcocapitalista, sino también por haber registrado la última imagen pública de unidad entre Milei y Victoria Villarruel, posando juntos y sonrientes subidos a un tanque de guerra.
Desde entonces, la relación se fue deteriorando hasta alcanzar el punto de ruptura actual que parece no tener retorno.