Tras el triunfo electoral de La Libertad Avanza (LLA), el presidente de la Nación, Javier Milei, recibe este jueves en Casa Rosada a un puñado de gobernadores para comenzar a negociar la aprobación de las reformas estructurales que pretende enviar, tras el recambio legislativo, el proximo 10 de diciembre, al Congreso nacional.
Según anticiparon desde Casa Rosada, Milei recibirá a los gobernadores que firmaron el Pacto de Mayo en 2024, por lo que quedaron excluidos de la cumbre Axel Kicillof (provincia de Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Ricardo Quintela (La Rioja) y Sergio Ziliotto (La Pampa).
Entre los confirmados se encuentran Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco), el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y los mandatarios aglutinados en el nuevo espacio político Provincias Unidas, que integran Maxiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy) e Ignacio Torres (Chubut).
No obstante, Milei extendió la invitación a Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro), Claudio Poggi (San Luis), Hugo Passalacqua (Misiones), Gustavo Sáenz (Salta), y los peronistas Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), quienes ya tendieron puentes con el oficialismo durante la primera parte de la gestión.

Así, el jefe de Estado libertario buscará ratificar el rumbo económico y acelerar las reformas estructurales pendientes en materia laboral, impositiva y previsional. En paralelo, la Casa Rosada pretende conformar un interbloque parlamentario con los representantes del PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y espacios provinciales para garantizar la “gobernabilidad” en ambas cámaras, luego del 10 de diciembre.
Asimismo, la ofensiva política de Milei llega en sintonía con los reclamos internacionales por nuevos consensos internos. De hecho, la portavoz del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, ya advirtió sobre la “necesidad de construir un amplio apoyo político” para que Argentina concrete los cambios estructurales comprometidos con el organismo.
En paralelo, el Presidente también prepara una reunión con el embajador de Estados Unidos, Peter Lamelas, con el propósito de afianzar el respaldo financiero y político de la administración de Donald Trump. Según fuentes del Ejecutivo, el encuentro busca “mostrar estabilidad y previsibilidad ante los mercados y Washington”, en un contexto de marcada incertidumbre global.
De ese modo, el Gobierno busca replicar el espíritu del fallido Pacto de Mayo de 2024, aunque con una base más reducida y pragmática. Las “Fuerzas del Cielo”, como define el entorno presidencial al círculo libertario, apuesta a reeditar esa foto de unidad política para garantizar la sanción de las reformas que marcarán la segunda parte del mandato mileísta.
Milei busca apoyo de Estados Unidos para avanzar con las reformas
En paralelo a la convocatoria a los Gobernadores, el presidente Javier Milei se prepara para recibir al embajador de Estados Unidos, Peter Lamelas, con el objetivo de reforzar el respaldo político y financiero de Donald Trump. El encuentro está previsto para los primeros días de noviembre y se enmarca en la nueva etapa de reformas que impulsa el oficialismo, tras el triunfo legislativo.

Según confirmaron fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, que conduce Pablo Quirno desde hace pocos días, el Gobierno argentino y la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, a cargo de Jamieson Greer, negocian un acuerdo de baja recíproca de aranceles. El entendimiento prevé una reducción en los derechos de importación para el acero y el aluminio, que Washington había elevado hasta un 50% en los últimos años.
“Ya está todo listo, solo falta la coordinación comunicacional de la Casa Blanca”, afirmaron desde Cancillería, al destacar que el anuncio podría concretarse durante la visita de Lamelas.
Al mismo tiempo, el Ejecutivo avanza en conversaciones con bancos internacionales para la recompra de deuda bajo garantías que fijará el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. El objetivo, explicaron fuentes oficiales, es mejorar el perfil financiero del país y dar señales de estabilidad a los mercados antes del lanzamiento del nuevo paquete de reformas estructurales.






