Luego de lo que fue la histórica media sanción de la Cámara de Diputados, acompañantes terapéuticos celebraron el avance de la ley que los reconoce como trabajadores de la salud, hicieron un repaso de los más de 10 años de lucha para obtener esta normativa, alertaron acerca de la precarización del sector y le pidieron al Senado bonaerense que apruebe definitivamente el texto parlamentario.
La semana pasada, Diputados le dio media sanción al proyecto unificado de las diputadas Alejandra Lordén (UCR + Cambio Federal), Abigail Gómez (La Libertad Avanza) y Laura Cano (Frente de Izquierda), que apunta a regular el trabajo de los acompañantes terapéuticos, que son trabajadores de la salud que acompañan a las personas que atraviesan procesos de padecimiento en salud mental y en discapacidad. Esta labor se lleva a cabo en ámbitos variados, desde domicilios hasta escuelas, centros de día, instituciones comunitarias y hasta en la calle.
En diálogo con Diputados Bonaerenses, los dos integrantes de la Asamblea de Acompañantes Terapéuticos en Lucha, Natalia Litterini y Matías Trebucq, definieron que el proyecto de ley viene a “poner en palabras el trabajo cotidiano que hacemos día a día”. “Es muy importante no solo por nosotros sino también por las personas que acompañamos, porque sino se generan situaciones de encuadre, que al no estar debidamente reconocidas puede haber un mal ejercicio profesional y un abuso por las obras sociales. Viene a poner blanco sobre negro qué es, qué hace y qué no hace un acompañante terapéutico”, resaltaron.
Pese a que la provincia de Buenos Aires es el distrito con más acompañantes terapéuticos, con alrededor de 6 mil, estos profesionales de la salud se ven afectados por la falta de una legalización que los regule: no pueden discutir su salario por la nula representación gremial, no son reconocidos en el nomenclador de prestaciones de discapacidad, son considerados por las obras sociales como “prestadores individualizados” y su situación económica depende de los aumentos discrecionales decretados por las mutuales.
“IOMA está hoy pagando menos de $4.000 la hora, ahora lo quieren llevar a $5.000 y pico pero todavía no se oficializó nada. Esos son aumentos discrecionales que nunca acompañan la inflación, por lo que la pérdida del poder adquisitivo durante todos estos años fue brutal, hoy tenés que estar 12 horas para arañar la canasta básica. En el Estado también sucede que hay becarios que hace 5 años están en una situación de renovación de contrato anual sin tener aportes jubilatorios. Así que la precarización también es parte de la relación contractual con el Estado provincial”, comentó Trebucq.

En ese sentido, el proyecto que ya fue elevado al Senado bonaerense es el precedente legal más importante para los acompañantes terapéuticos, que solo contaban con dos resoluciones, la 1014-14 y la 1221-15, que datan de hace diez años y que establecen las especificidades y las incumbencias de la especialización. “Desde hace más de una década peleamos por una ley que establece una mayor formación pública, de calidad y accesible, porque muchos hoy por hoy siguen pagando cursos que ni siquiera están validados por estas dos resoluciones”, apuntó Litterini.
“Hay antecedentes del 2007 y después del 2015, con diferentes proyectos presentados. Nosotros hacemos un reconocimiento muy particular al bloque de la Izquierda porque fue el que siempre acompañó y peleó junto a nosotros. Tenemos un orgullo enorme porque pudimos escribir artículo por artículo, retomando la lucha de otros compañeros. Pusimos en palabras todo nuestro trabajo y cuáles son las cosas que creemos que el acompañamiento terapéutico merece tener como reconocimiento en la provincia de Buenos Aires”, apuntaron los profesionales de la salud.
Uno de los ejes principales de la iniciativa que superó una de las dos instancias de la Legislatura bonaerense, es que reconoce a los acompañantes terapéuticos como trabajadores autónomos, un paso clave para que sean considerados dentro de las leyes que encuadran a los empleados estatales (N°10.430 y N°10.471), lo que también significa poner una limitación de la toma de trabajos. Esto quiere decir que ningún otro profesional podrá tomar las tareas propias de los acompañantes terapéuticos en hospitales, escuelas y otros lugares, tal como viene ocurriendo en el último tiempo.
“Es una deuda histórica que tiene la provincia de Buenos Aires, ya son más de 14 provincias a que de alguna manera han reconocido este ejercicio profesional como tal. Esto destaca la importancia que tiene para esas personas que muchas veces no tienen redes de apoyo, no cuentan con una familia que pueda otorgar determinados cuidados y cuestiones de salud integral como para decidir por sí misma, tenga plena autonomía e independencia”, subrayó Trebucq.
Acompañantes terapéuticos descartaron las críticas presupuestarias al proyecto: “Son excusas”
Consultados acerca de las razones por las cuales la Legislatura bonaerense demoró en el tratamiento de una ley para reconocerlos, los dos integrantes de la Asamblea de Acompañantes Terapéuticos en Lucha reflexionaron que “seguramente tiene que ver con cuestiones presupuestarias por la cantidad de acompañantes que hay”.
“Quizás no supimos cómo organizarnos y cómo presionar de manera adecuada. Si el Estado puede hacer que nosotros sigamos laburando tantos profesionales de manera precaria y sin reconocimiento, lo va a seguir haciendo. Creemos que las razones son la desidia estatal, cuestiones presupuestarias y la falta de voluntad. Nos llama mucho la atención que la ley de salud mental del 2010, que nos pone en un lugar tan importante para prácticas comunitarias, no haya venido de la mano del reconocimiento profesional y un trabajo con derechos”, consideraron.

Durante el tratamiento en comisiones del proyecto, los acompañantes terapéuticos asistieron a la Cámara baja para defender esta normativa. Allí, Trebucq y Litterini recuerdan que la mayoría de las objeciones de los diputados eran sobre cuestiones presupuestarias, alegando que el reconocimiento a su trabajo diario iba a generar un gasto para el Estado. Por tal motivo, ambos se encargaron de echar por tierra esa hipótesis.
“Una de las cuestiones que más peleamos es ser parte de los equipos de orientación escolar de las escuelas, como lo es un trabajador social, un psicólogo y demás. Hoy por ahí vas a una escuela turno mañana y turno tarde y hay 15 acompañantes. Lo que buscamos nosotros es que dos o tres estén integrados al equipo de orientación escolar y al proyecto educativo de la institución. Entonces ahí te das cuenta que lo de la cuestión presupuestaria es una excusa que se cae”, fustigaron.
Acompañantes terapéuticos criticaron a las obras sociales y enviaron una misiva a los senadores
Asimismo, los acompañantes terapéuticos denunciaron que obras sociales como el Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) se benefician de la situación adversa del sector ya que, al no estar agremiados, estos profesionales de la salud no tienen la oportunidad de sentarse en una mesa de diálogo para discutir cuestiones salariales. “Lo primero que te preguntan cuándo vas a quejarte a IOMA es quién te representa. No tienen que discutir absolutamente con ningún colectivo porque no nos reconocen”, lamentaron, e hicieron énfasis en que, de sancionarse esta ley, podrán estar encuadrados en un gremio.
“Hay otras provincias que están poniendo los mínimos éticos en más de $15.000 de valor y a nosotros la obra social el mes pasado se facturó $3.890. También hay resistencia de algunos profesionales les queda bien que los acompañantes sigamos siendo auxiliares. Nosotros en la ley de reconocimiento pasamos a ser parte colaborativa de equipos interdisciplinarios, pero hay algunos que nos ubican en un lugar de auxiliar, que inclusive han enviado proyectos nacionales que nos ubican en ese lugar. Los obstáculos han sido varios”, precisaron los acompañantes terapéuticos.
Por último, los dos trabajadores de la salud adelantaron que su idea es volver a dialogar con diferentes bloques legislativos, esta vez del Senado, para analizar el panorama de la ley en cuanto a los votos del recinto. “Nos parece que los legisladores tienen que estar a la altura, más en momentos como este en plena crisis a nivel nacional en donde la salud pública, los jubilados, la discapacidad y la educación vienen siendo tan fuertemente atacadas. La provincia tiene que diferenciarse en los hechos y sancionar a favor de que justamente la salud es un derecho y que los trabajadores también merecemos tenerlo garantizados”, sentenciaron.






