Las empresas estadounidenses valoraron que «la estabilidad macroeconómica y la desregulación han sido un gran logro de los primeros dos años de la administración del presidente Milei”.
Las firmas estadounidenses expresaron que “en ese camino, resulta esencial conformar un marco normativo que brinde previsibilidad, fomente la inversión y genere las condiciones necesarias para que las empresas puedan producir, innovar y generar empleos de calidad”.
La flexibilización laboral que piensa el gobierno libertario incluye, entre otras cosas:
- Jornada laboral de 12 horas con un tope de 60 horas semanales.
- Creación de un “banco de horas”: las eventuales horas extras por encima de las 12 se compensan o “pagan” con horas libres de trabajo.
- Eliminación de las indemnizaciones por despido con o sin causa, siendo reemplazadas por un fondo de cese laboral al que aportan tanto empleados y empleadores.
- Imposibilidad de realizar juicios laborales, incluyendo los motivados por abuso patronal.
- Eliminación de los Convenios Colectivos de Trabajo.
- Contratos individuales entre partes suscritos en cualquier moneda.
- Fechas y períodos de vacaciones a merced del empleador: decide cuándo otorgarlas e incluso puede fraccionarlas.
Se trata de una iniciativa que apunta a eliminar, lisa y llanamente, derechos largamente conquistados por los trabajadores y por eso, destacó la AmCham, “el ejercicio del diálogo y la búsqueda de acuerdos, entre todos los actores y en particular entre los poderes ejecutivo y legislativo, permitirán instrumentar las reformas que impulsen un entorno de negocios hacia el desarrollo sostenible”.
Asimismo, conscientes del impacto de este proyecto a la calidad de vida de los trabajadores, los empresarios estadounidenses reconocieron que “los procesos de cambio requieren equilibrio” indicando que “por eso, junto con la remoción de las barreras regulatorias y la creación de un entorno de crecimiento, será crítico que el Estado acompañe esta etapa con políticas de transición que protejan la empleabilidad y contengan el impacto en los sectores más vulnerables y la clase media, durante los próximos dos años”.









