Pero más allá de la utilidad concreta de la nueva garita, la iniciativa se destaca por la manera en la que fue llevada adelante: se concretó gracias al trabajo conjunto entre la Municipalidad de Choele Choel y el Centro de Educación Técnica N° 13, la histórica escuela técnica de la ciudad.
El proyecto fue impulsado desde el área de Planificación municipal, que se encargó del diseño y la provisión de los materiales, con una inversión de $2.500.000. A partir de allí, los talleres del CET 13 tomaron la posta: los estudiantes, acompañados por sus docentes, construyeron la estructura íntegramente en los espacios de la escuela.
“Este tipo de acciones refuerzan el vínculo entre la comunidad. Son obras concretas que mejoran el día a día de los vecinos, y al mismo tiempo ponen en valor la formación técnica de nuestros chicos”, señó el intendnete Diego Ramello, quien acompañó la colocación.
La flamante garita no sólo brinda resguardo frente a las condiciones climáticas, sino que además representa un símbolo de colaboración institucional, aprendizaje con impacto real y orgullo compartido entre quienes forman parte de esta comunidad.